Segundo aniversario

Estimados todas/os/es 

Permítanme ponerme un poco melancólico, pero la fecha se lo merece. En la entrada de hoy no voy a criticar a ningún piloto (¡Bueno, esa es mi intención! Pero igual me caliento), a ningún ingeniero, ni escudería, ni tan siquiera voy a escribir nada negativo del geróncrata que nos gobierna, ni del vocero alopécico que nos insulta, y estos se merecería todos los lunes una entrada desacreditando todo lo que vierten al mundo. No, hoy, dos de abril de 2012, se cumple el segundo aniversario de esta humilde, cazurra y obstinada bitácora. 

© PdA

No tengo intención de aburrirles rememorando las peripecias vitales virtualo-reales que me hicieron aparecer como PdA, cosa que ya hice hace justo un año. Pero sí me gustaría compartir con todos ustedes algunos sentimientos que me han embargado durante este año y, ¿Cómo no?, algún que otro número de este blog. Estos, claramente muestran que es un sitio muy karthikeyano, pero con pundonor y honradez suficiente como para enfrentarnos, a entrada descubierta y directa (sin dobleces), a medios buttonianos o vettelianos, y si son prepotentes regalarles un pit-stop. 

Este año ha sido un periodo difícil desde el punto de vista virtual, que no del real ¡Bueno! No más que el de cualquier españolito (o españolita, que a mí me educaron en ese lenguaje en el que el masculino puede no tener genero, y lo sigo usando) luchando por pagar la barra libre que se auto-contrataron nuestros queridos políticos. Este ha sido el primer año en el que he estado totalmente centrado en mi blog, sin publicar nada en otros sitios. 

Durante esta circunferencia al sol he ido perdiendo comentaristas habituales. Algunos, por desgracia, no volverán a llamarme la atención por mi redacción descuidada, por mis manías conspiranoicas o por mi apreciación excesivamente numeral. Eso no quiere decir que se haya ido del todo, ya que todavía está en mi recuerdo. Y mientras este allí, no lo habrá hecho nunca. La deserción de muchos otros viene completamente justificada por el aumento de carga por parte de su vertiente real (estudios, trabajo, etc.). Incluso algún otro ha sido secuestrado por la política, y espero que en sus nuevas tareas demuestre lo honrado, sincero y abierto a ideas diferentes que era en el mundo virtual, haciéndome comer mis palabras de que no hay un político bueno. Pero en la mayoría de casos, ha sido el devenir virtual el que nos ha ido alejando un día un poco más que el anterior. Así son las bitácoras, pequeñas escuderías que son conformadas por ingenieros que aparecen y desaparecen en función de distintas casuísticas. 

¿Será este el color del año?

También, he de decir que en este año muchos de ustedes se han incorporado como comentaristas inteligentes (¡Pa’ inculto ya está el anfitrión!) y esa ha sido mi mayor alegría. Como me dijo mi maestro en esto del ciberespacio, en una comunicación virtual, un sitio con más de un año si no ha triunfado debes cerrarlo y buscar otro nicho. Sus comentarios suelen ser extremadamente certeros, sobre todo acerca de la F1, y su forma de envolverlos muy grata. Pero mi cultura científico-numeral hace que sea remiso al concepto de triunfo, no digamos ya al de fama. Quizás por eso ya son dos, los años que lleva esta chatarra en circulación y, aunque vieja, yo le sigo teniendo aprecio. 

En este año he escrito tan solo 57 entradas. No hay que ser de Ciencias Puras para darse cuenta que no escribo mucho más de una entrada a la semana. He recibido 1035 comentarios (sin contar los que me eliminan los sistemas anti-spam) con una media de 18 por entrada, lo que implica un aumento en un 65% con respecto al año pasado. Casi el 98% de las entradas fueron etiquetadas en relación a la F1. Apareciendo Alonso en el 35% de las entradas, Hamilton en el 29% y Vettel 32%. Muy ecléctico, o parafraseando al gran Teddy Mayer, drivers are just interchangeable light bulbs, you plug them in and they do the job (¡Ojo! Ni fue italiano ni le gustaba el rojo). 

Esto es casi imposible ¿O no?

He tenido en torno a unas 34.000 visitas totales (2.800 visitas al mes, 94 al día), con unos 10.000 visitantes distintos, lo que implica un aumento respecto al año anterior del 108% (¡Vamos! Hemos duplicado las visitas). Perdiendo ustedes, como media, unos 3 minutos por página. 

Geográficamente hablando, casi todas las visitas las he recibido desde mi propio país, España (69%), con el recuento de la ciudad de Madrid alcanzando el 16%, seguido de México (8%), pero el total supera los 75 países, lo que implica que en este segundo año he ampliado la base geográfica de lectores. Con un aumento nada desdeñable en México (¡Les he oído! Que le tenga cierto cariño a Pérez no tiene nada que ver con este aumento, y verán cuando considere que la ha pifiado como lo maltrataré ¡Como a todos!). Las fuentes de la que provienen mis visitantes son en su mayoría buscadores (29%), sobre todo con el término “primo de anónimo”, y también desde los blogs amigos de José Tellaetxe Isusi (4%), Martín Caño (3%), Antuan (2%), y José Arce (2%). 

Foto familiar ¡O casi! © PdA

La página más visitada fue una en la que comparé históricamente los resultados del campeón español con sus compañeros en las distintas escuderías (6%), y que recibió 21 comentarios. Mientras que la más comentada fue una entrada donde desmentía numéricamente ese mantra falso de que Ferrari es la escudería con mejor estadística. En la que más tiempo han pasado ustedes leyendo es en la que hacia alguna referencia al vocero mayor de la F1 en España, con una media superior a los 8 min. Pero he de confesar que me siento sobrepasado por la intuición de mi hija (Super Coletitas), ya que la única entrada que nos dejó este año, y encima en su lengua materna, y además tocando la F1 amarilla y tangencialmente, es la segunda entrada más visitada con el 5% del total.  ¿No sería mejor que se pusiese ella directamente a escribir las entradas de los lunes? 

Para despedirme, tendría que decir que si sigo las maneras bransonianas, y los consejos de mi maestro, debería cerrar el garito y dedicarme a otra cosa. Pero como mi ídolo es tamil, seguiré luchando por mejorar mis números, y si es necesario pinchando ruedas, porque a mí me da igual si me enseñan el dedo índice o corazón. 

Muchas Gracias por estar ahí y por este año compartido con la oveja negra de la F1.