Estimados todas/os/es
Siento defraudarles si esperaban una entrada sobre la bondad (o maldad) de esos coches azules que están arrasando en el campeonato. No me lo recuerden, lo pongo yo: con algún matiz (¿Más tranquilos ahora?). Si comenzaron a leer por la imagen de western, al mejor estilo Martín Herzog, también les defraudaré, primero porque no escribo tan bien, y la imagen corresponde a un hecho histórico no a una hermosa pelicula.
La primera batalla de Bull Run, también llamada de Manassas, fue el primer enfrentamiento entre los dos ejércitos que participarían en lo que hoy conocemos como la Guerra de Secesión Norteamericana o Guerra Civil Estadounidense. Este primer enfrentamiento tuvo lugar el 21 de julio de 1861 en las cercanías del riachuelo con nombre tauromáquico, en las cercanías de la ciudad de Manassas. El general de la Unión I. McDowell, y comandante del ejército de Virginia, congregó el mayor ejército jamás reunido hasta ese momento en el continente americano y se dirigió al encuentro de las tropas confederadas del Potomac, dirigidas por P. G. T. Beauregard. La diferencia en el número de tropas a favor de la Unión, estimado en un 30%, y la prepotencia de los dirigentes unionistas había hecho que las clases pudientes, residentes en Washington, se acercasen, ese día, a presenciar la esperada batalla y el hundimiento del pobre ejercito confederado, y por supuesto a pasar el día en el campo de picnic. La prepotencia e impericia unionista hizo que el triunfo se venciese para el lado confederado, y las imágenes del ejército y de la alta sociedad, huyendo de vuelta a la capital del país, han sido muchas veces retratadas por distintas películas del género western. Ya esta primera batalla retrató lo que acabaría siendo la guerra civil norteamericana. Un ejército prepotente y gigantesco que fue machacando inexorablemente a otro más pequeño pero más aguerrido.
Muchas banderas se levantaron para justificar esta locura de los políticos, y la que más ha triunfado, y llegado a nuestros días, fue la de la abolición de la esclavitud de los hombres negros (¡Me niego a llamarles de color! Todos somos de color, y el color negro no está conectado en mi mente con nada negativo ¡Espero que en las suyas tampoco!). Aunque esta bandera moral se levantó para atrapar a ciertas personas, y la situación que defendía era totalmente honrosa, detrás de ella estaban otras razones, quizás, más verdaderas. La razón de la guerra era económica (desde Marx sabemos eso de ¡Busca la pasta!). Los nuevos estados que se estaban creando en el Oeste debían elegir el modelo económico a seguir. Bien el agrícola, similar al de los estados del sur de las Trece Colonias, o bien el industrial, de los del norte. Prueba de esta razón económica fueron las leyes aprobadas, entorno a esos días, pro-sociedad industrial. Como las ley de Morrill, que protegieron distintas industrias vinculadas al hierro; o la de Homestead, por la que el gobierno central se erigía en dueño de cualquier tierra fuera de los estados ya proclamados, y podía otorgar escrituras a quien quisiese. Y fue esta razón económica, la subyacente y real. De hecho la Resolución Crittenden-Johnson, firmada por el gobierno unionista durante la guerra, aseguraba que la guerra solo se hacía para mantener la Unión, y no es hasta después de dos años de guerra que se firmó la Proclamación de Emancipación.
En estas semanas en la F1 estamos asistiendo a una acumulación de fuerzas por parte de dos bandos, que nos hace prever una posible guerra civil en la F1. Aunque los actores no están totalmente definidos y puede que muchos de ellos pasen de un lado a otro de la línea, según vayan aconteciendo las distintas batallas, sí tenemos definidas las distintas banderas falsarias de enganche.
Por un lado tenemos a la FIA, con Jean Todt al frente; que en estos dos años de gobierno no ha parido una idea reseñable, salvo la de obligar al bueno de Derek Warwick a ser comisario perpetuo en casi todos los GP's. Y por el otro tenemos una nebulosa unionista donde nadie es lo que parece.
En primer lugar escribamos algo sobre las banderas de enganche. La FIA está lanzando globos sonda sobre la oportunidad de cambiar los motores de los actuales coches a unos mini-capados 1.6-turbo (¿Mande?), que no tienen cilindrada, que no consumen, la idea final sería el mismo motor para todos (¡Y ya estamos muy cerca de ello!). Nos lo quieren vender como cosas muy verdes, muy ecológicas y, además, van a reducir los costos un montón ¡Vamos, que Hispania va a pasar a liderar la tabla de los presupuestos! Estas memeces ya las hemos oído, y siempre caen bien sobre aquellos predispuestos a creer, pero nunca se han cumplido realmente. A lo sumo lo que se hace para reducir el presupuesto es borrar de los balances contables aquellos aspectos que se pueden subcontratar ¿Entienden ahora porque todo el mundo quiere usar el túnel del viento de Toyota? ¿Saben cuál fue la verdadera razón de que Newey diseñase un coche para Sony, el GT5? Bueno, pues dentro de esta línea de sondeo estaría la noticia de que van a haber nuevas escuderías y/o proveedores de motores, y el espectáculo se va a mejorar mucho. Asociados a estas banderas, se especula con una pequeña revisión del aspecto aerodinámico, y se obvia el electrónico, dado por perdido por sus grades valedores como Williams, casi como la propia escudería.
La otra bandera de enganche afirma que los motores han de contaminar mucho, tanto sonora como medioambientalmente, y que eso es lo único que realmente le gusta al aficionado de la F1. Al frente de esta nebulosa Unión parece estar Ferrari, junto con Mercedes y McLaren. Y dentro de esta línea habría que enmarcar las declaraciones de Montezemolo sobre los motores, o las de Domenicali sobre el peso excesivo de la aerodinámica en la actual F1.
Una tercera bandera, o corcho porque siempre flota sobre las aguas, es la postura de Ecclestone. Que algunos días parece que esta con los motores ruidosos y otros prefiere los eléctricos. Realmente, él solo busca su beneficio, y seguir siendo la cara de la F1, aunque no sea realmente el propietario.
Si los dos ejércitos llegan a Bull Run puede que elijan a dos pilotos insignia como cabeza de turco, como ya lo fueron en su día Prost (de la bandera perdedora de Balestre) y Senna (de la bandera ganadora del clan inglés de Ecclestone), y los utilicen (y nos utilicen) para dirimir esta Guerra de Poder. Confió que no lo hagan, pero si lo hacen otra vez, espero que en esta tesitura los aficionados seamos más listos y veamos a los pilotos, y no la inmensa cantidad de propaganda que se verterá sobre ellos ¿No recuerdan lo buenísimo que era Senna y lo malísimo que era Prost? Si después de más de quince años, todavía el ruido mediático sigue mostrándonos a un San Senna y a un Luciferino Prost ¿No han visto ese comercial larguísimo de Senna que ponen en algunos cines? Yo tampoco, prefiero recordarlo con sus cosas buenas y malas, y no a través de los ojos de la propaganda del ganador inglés.
Pero como ya escribí, lo mejor es seguir la pasta. La verdad es que la expansión hacia el este, emprendida por Ecclestone, ha introducido mucho dinero en las arcas de los verdaderos dueños de la F1, que son aquellos que tienen los derechos sobre estos eventos. Pero esta política empieza a estar exhausta, madura en términos economicistas. Las posibilidades de más circuitos se están agotando ¡Salvo en España! Que somos tan burros que debemos tener en todas las capitales de provincia un aeropuerto, una universidad y un circuito homologado de carreras. Da igual que al aeropuerto solo llegue un avión a la semana, da igual que a 50 km se dupliquen todos los grados y tengamos dos estudiantes nuevos por año, da igual que no haya eventos suficientes como para rellenar los circuitos. Nuestros políticos ven un gran negocio en la adjudicación de las obras, en la imposición de los directivos y como los que pagamos somos los españoles no pasa nada ¿Se han preguntado alguna vez cuánto dinero tendríamos para hacer cosas necesarias y diferentes si en lugar de duplicar esas cosas hiciésemos una optimización racional de dichos recursos? Ahí está el agujero negro de las cajas y las autonomías que nos quiere abducir. Pues muchos circuitos comienzan a plantearse si es realmente rentable el pagar esas cantidades astronómicas por un evento que cada día tiene una repercusión mediática un poco menor, más aun cuando cada día hay más GP’s por temporada y más eventos que compiten por salir en los telediarios. Y no estoy hablando de los casos concretos de Australia, ni de Valencia, ni de Barcelona, sino en general.
Esta política de circuitos mundial ha hecho que en Europa las cifras de audiencia se hayan estabilizado o estén en franca caída, como es el caso de Francia. Pero es que las nuevas generaciones, las que deberían pagar en el futuro, se están pasando a las motos.
Ante este panorama, a ciertos sectores de la F1 les ha empezado a entrar el pánico, comenzando a buscar culpables y soluciones (¡Ferrari puede estar veinte años sin ganar un campeonato, pero no puede pasar un año sin ganar mucha pasta!). La solución pudiera ser volver parcialmente a Europa mimando al aficionado que compra productos de las escuderías, un poco a las raíces, y a la vez dar un salto al cobro más sofisticado en televisiones (PPV) e internet. Y ahí es donde vemos realmente los frentes. Por un lado tenemos una miríada de empresas, holdings y otros artilugios contables, detrás de los cuales esta CVC Capital Partners, que son los jefes reales ¿Se han dado cuenta del poco peso real que tiene Mr. E?
Y por el otro lado esta Exor, cuyo jefe máximo es John Elkann y su familia (Agnelli) con el 59% de las acciones, siendo otros destacados tenedores de acciones el grupo Mackenzie Cundill y Bestinver. No hace falta que les diga que la familia Agnelli es el accionista de referencia de FIAT y que Ferrari es una división de estos. Por eso ahora Montezemolo y Domenicali, los mismos que firmaron el actual Pacto de Concordia y no dieron ningún portazo, han empezado a llorar por todas las esquinas mediáticas sobre la injusticia del mundo.
Junto a Exor se ha puesto News Corporation (¿Y Carlos Slim?), que sería la encargada de aportar esas nuevas formas de cobro. La compañía de R. Murdoch, que posee acciones de casi todos los periódicos del mundo (El Mundo, Marca, etc.), de televisiones, y en el Reino Unido en cierta campaña electoral los acusaron de querer tener hasta el propio gobierno de su graciosa majestad, es la empresa que tiene contratado a nuestro anterior Primer Ministro (¡Este que está más fuera que dentro, no! El Sr. Aznar), que por cierto es el suegro de A. Agag, que tiene diversos negocios en el mundo del motor y del futbol, entre otros ¿Seguimos el hilo? Agag, junto con Ecclestone y Briatore han comprado y vendido equipos de fútbol, escuderías y otras menudencias. Luego la conexión del poder (Elkann y Murdoch) con Briatore es más que obvia ¿Entienden porque ahora el italiano hace tantas declaraciones sobre Ferrari? ¿Comprenden porque la prensa inglesa cree que es el nuevo Ecclestone?
Mi opinión es que esta coalición italo-americano-australiana será la vencedora, si no aparece un caballero blanco que mejore la oferta (¿Será eso lo que esta esperando Mr. E?), ya que tiene el dinero y la ambición necesaria, y siempre que no haya una traición por parte de alguna de las tres grandes escuderías ya involucradas (¿Estarán las escuderías dispuestas a tener de jefe a Ferrari? ¿Confiarán en la imparcialidad de unas normas dictadas por los chichos rojos? ¿Serán las normas aplicadas por unos señores daltónicos que nunca ven nada rojo fuera de la ley?). Gane esta coalición o el hipotético Caballero Blanco, lo que ocurrira es que se comprará las acciones de CVC, a muy buen precio, y se garantizará un retiro dorado a Ecclestone. No espero cambios que favorezcan la F1. Solo veremos aquellos que se adecuen para las nuevas formas de cobro que están ideando, por descargas, ppv, y otras, muy necesarias para amortizar el desembolso previo. Y las restricciones reglamentarias vendrán en función de los intereses económicos de los distintos socios de los consejos de administración.
¿Nunca se han preguntado por qué el túnel del viento soplado está permitido en la F1 y el de aspiración está prohibido? ¿Saben que empresas inglesas tenían las patentes y conocían la ingeniería de construcción del de soplado? ¿Y saben que los consejeros de estas empresas sopladoras también lo eran en algunas donde Mr. E se sentaba? Pues eso. Les animó a que averigüen en que otras empresas están involucradas las gentes de Exor y NewsCorp y verán como esas áreas serán potenciadas en el futuro.
Y olvídense de seguir las banderas obvias que nos van a presentar.