Primo de Anónimo

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lunes, 4 de marzo de 2013

Conversaciones con Martín Caño (segundo día)

Y siguiendo con la conversación que dejamos la semana pasada inconclusa, estimado Martín, tengo que decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo. Con la mediocridad intrínseca de Ferrari y con la mala cabeza de Alonso,  que al dejar McLaren le va a impedir llegar a los números de los más grandes. Uno de tus iconos de aquella época era Hamilton ¿Cómo lo ves ahora? ¿No te recuerda cada día más a Villeneuve Jr? 
Sigue siendo un icono y, lo digo sin tapujos, mi piloto favorito, ese que me hace disfrutar cada día en carrera. Yo ya no analizo el mundo de la F1 para escribir lindezas de uno u otro, simplemente permanezco ajeno ya a todo el politiqueo y sigo únicamente las carreras, y ahí, indiscutiblemente Hamilton es el rey, nadie es capaz de sacar lo mejor en cada carrera, salpicándolo de errores con relativa frecuencia, pues es un piloto límite, que busca ese límite en cada segundo. Alonso es mister 95%, un tipo al que ya se le ha olvidado el riesgo máximo… y si no ¿por qué no comete errores? 
Hamilton no me recuerda a Villeneuve Jr., sino a su padre, ese piloto al que sólo le servía el triunfo, un piloto que ha pasado a la historia por la belleza de sus acciones en la pista y no por sus números. Hamilton ya ha sido campeón y sigue con esa ansia de victorias, otro resultado no le vale. ¿Por qué tiene cada vez más seguidores en España el inglés? Poco a poco se va culturizando el público español e, indefectiblemente, terminan apreciando lo bueno, sin órdenes de equipo, calculadora o pensamientos de mundial, cada carrera es una y hay que pagarle al público el coste de su entrada. 

Es verdad que sigue siendo muy valiente. Pero Mercedes, bueno Daimler AG, no es un jefe muy de fiar. Ya dejaron la F1 en el año 1955, con la excusa de un accidente, y ahora con el juicio en Alemania sobre sobornos en la F1, la crisis económica que ya les ha llegado, y el presupuesto desorbitado de cualquier escudería ¿No crees que en cualquier momento pueda perder su asiento? 
Pues sí, pero es la grandeza de Hamilton, que se mueve a impulsos sin calibrar demasiado las consecuencias, tanto en carrera como fuera de ella. Su paso a Mercedes es prueba de ello, algo inexplicable para la mayoría, pero razonable para los seguidores de Lewis, que ya no nos asombramos por nada. Dicen que el móvil fue económico, otros argumentan que Brawn le tiene preparado un bólido consistente, otros que fue por una rabieta, otros que no estaba ya a gusto en McLaren… cualquiera es buena posibilidad. 
Los tiempos que corren son complicados y no se puede decir que los equipos permanecerán en la F1 a todo trance, quizá empresas como McLaren o Ferrari sí estén más aferradas al Gran Circo porque es más o menos su razón de ser, pero el resto (incluido Williams, a mi pesar), son completamente prescindibles y además, itinerantes. 

Aunque siempre lo podrían fichar en Red Bull Racing ¿Sabes que en Top Gear consiguió mejorar el tiempo de Vettel en 1.1 s? ¿Tendría valor Newey para tenerlos juntos? 
No lo creo. Hamilton es un piloto que con el tiempo no lo querrá nadie, pues es demasiado imprevisible, un ascua que hoy te calienta y mañana te quema, demasiado incómodo para los equipos, otro niñato caprichoso, con la diferencia de que es un genio al volante. Veo más a Hamilton probando en la NASCAR que haciendo una larga carrera en la F1. 

Uno de tus amores preferidos era cyborg Ecclestone ¿Cómo ves el futuro de Formula One Group? El engrudo Ecclestone que une todo está a punto de dejarnos, solo hay una marca automovilista en la F1 (Mercedes, porque FIAT solo se divierte con sus coches de alta gama) y la FIA-Todt solo está interesada en que le paguen sus emolumentos. 
No sé por qué dices que está a punto de dejarnos, si está hecho un chaval, con tantos años como una momia y con la salud de un quinceañero. La F1 huele a putrefacción, desde hace mucho tiempo. Un deporte es un negocio y no veo mal que se explote como tal, pero lo que no puede hacerse es volver la espalda a la historia y las raíces de ese deporte, que es lo que se viene haciendo con la F1 desde mediados los noventa, olvidando sedes que otrora eran imprescindibles, no dejando evolucionar los coches, normativizándolo todo hasta extremos inconcebibles. 
Y la culpa de todo eso la tiene la bicefalia reinante FOM-FIA, donde Bernie se encarga de hacer crecer su negocio a toda costa, buscando mercado donde no lo hubiese habido nunca y, por su parte, la FIA sigue haciendo como si en realidad controlasen la F1, creando normativas deportivas y técnicas distintas cada año, modificándolas mediada la temporada y sin querer darse cuenta que en la F1 quien gana es el que mejor hace las trampas y que el ladrón siempre va a ir un paso por delante del policía. 
¿Y quién tiene la culpa de todo esto? Por un lado son los equipos los que soportan este caciquismo, simplemente para quedarse con su trocito de pastel: cuando surgió la posibilidad del campeonato paralelo, muchos vimos que quizá esa era la mejor forma de volver a ver una F1 interesante y apegada a su esencia, a su tradición… pero nos equivocamos, pues la ambición de los dueños de los equipos pudo más que una adecuada “racionalización de la competición”. Por otro lado, los culpables son los mismos aficionados a la F1, que soportan día tras día los varapalos que sufre la categoría y no usan el arma que está a su disposición para luchar contra ellos, el mando a distancia: madrugones insufribles, bodrios de carreras en circuitos demasiados seguros, pérdida de una parte de la vida familiar en el empeño se seguir todos y cada uno de los pasos de los pilotos y sus hazañas… todo eso soportan estoicamente los aficionados a la F1, y tienen el poder de cambiarlo, solo que no quieren, por eso los considero también culpables del actual estado de las cosas en la F1. 

Ahora, Martin, has dejado un poco de lado tu afición por la F1 y te has lanzado a la profesionalidad de la NASCAR en el portal Oval Zone ¿Cuándo y cómo comenzaste en ella? 
Sí, por lo que he dicho, he dejado un poco de lado esa afición, que trato de seguir cuando el cyborg no se empeña en lo contrario, pero como dije, únicamente en las carreras. En Oval Zone comencé a finales de 2011, cuando Mikel Azpitarte, su creador, me pidió ayuda para echar el portal adelante. Me dio plena libertad para elegir temática dentro de la NASCAR para aplicarla a Oval Zone, que digo ahora y sin rubor, es el mejor sitio sobre NASCAR en español del mundo entero. 

¿Y esa especialización por la NASCAR-México, aparte de un guiño familiar implica alguna diferencia?
Especializarme en NASCAR México fue un pequeño malentendido con Mikel, pues comencé en Oval Zone tratando de potenciar algo que hasta entonces no estaba suficientemente explotado: los pilotos latinos en NASCAR. Estos pilotos son, aparte del colombiano Montoya, la mayoría centroamericanos y mexicanos, y me lancé a conseguir información de ellos, así como contactarles para entrevistarlos. El “malentendido” con Mikel fue que él consideró que lo que he expuesto era sólo una parte de mi trabajo, y dio por sentado que iba a seguir la NASCAR en México, cuando una mañana, a pocos días de comenzar la temporada me dijo “Ya te he creado los espacios en el portal para México, me tienes que mandar detalladamente qué requieres para que el fan pueda seguir adecuadamente la categoría en Oval Zone”. Afortunadamente, no me pude negar a realizar el trabajo y México me ha abierto muchas puertas en NASCAR. 

La F1 en Europa está muerta, los circuitos no se llenan, los patrocinadores no van, los dueños de los acontecimientos piden que se les bajen las tasas, las audiencias bajan tanto que solo las televisiones de pago pueden hacer frente a la tiranía económica de la FIA ¿Puede la NASCAR llenar ese hueco que está dejando la F1 en Europa o la falta de la componente tecnológica-ingenieril es un hándicap insalvable? 
Interesante pregunta. Creo que faltan muchos años para que la NASCAR llene el vacío de la F1 en Europa. Son competiciones demasiado diferentes. El europeo ve una carrera de NASCAR y únicamente ve coches dando vueltas a un óvalo durante tres horas, siendo para él prescindibles dos horas y cuarenta y cinco minutos. Por el contrario, en Estados Unidos ese deporte es espectáculo y muchos de los televidentes han estado alguna vez en los circuitos y saben en qué consisten esas tres horas de espectáculo: adelantamientos por doquier, el encantador ruido de los V8, el previo de la carrera y toda su puesta en escena, los descansos bajo yellow flag, la increíble velocidad que alcanzan los coches, la cercanía razonable de equipos y pilotos, los precios baratos de las entradas por los que se puede disfrutar de un día familiar en las carreras, etc. 
Hoy en día, poner carreras NASCAR en televisión en Europa es un mal negocio para las televisiones, sobre todo en España, pero a futuro, el negocio no es tan malo, porque la NASCAR ya ha iniciado su apertura a Europa y realmente, esa gente hace las cosas a lo grande, pensando en su negocio y cuidando y mimando en extremo al aficionado, que es quien paga. 

Aunque estas muy volcado en popularizar a los pilotos sudamericanos de la NASCAR ¿Tenemos alguno patrio con el que poder disfrutarla? 
Tengo que corregirte ese “sudamericanos”. El 99% de los pilotos que sigo son centroamericanos o norteamericanos. 
Tienes toda la razón. México es Norteamérica. Pido perdón por el error geográfico profundo, y por haber seguido el pensamiento único sajón. Pero continua, por favor. 
Continúo. En España tenemos a Ander Vilariño, que ha sido el primer campeón NASCAR español, que ya ha conseguido su anillo y que está intentando con todas sus fuerzas y dineros correr en los Estados Unidos. Pero ese es trabajo de Mikel. 
Por mi parte, estoy bastante centrado en el piloto mexicano Germán Quiroga, tres veces campeón de la NASCAR en México, un tipo que busca la perfección en cada una de sus carreras y al que los engorrosos problemas presupuestarios le están haciendo ir un poco más lento en su carrera deportiva en Estados Unidos de lo que le gustaría. Llevo sus asuntos de prensa y he aprendido mucho de la NASCAR junto a él, moviéndome ya con relativa soltura con jefes de equipo, jefes de prensa, periódicos y editores, y ¡cómo no! con los pilotos. 

Supongo que dejarías tu posición actual, con nuestro empleador común, para convertirte en el periodista de cabecera de él ¿Sabes que te podrías volver calvo? ¿Qué harías para no gritar constantemente uyyuyuy? 
Por lo pronto no creo que dejase mi actual empleo en España para dedicarme a tiempo completo en NASCAR ¡muy buena tendría que ser la oferta! Deja de meterte con Lobato, que hace muy bien su trabajo, porque le pagan para que se comporte como un alonsista acérrimo y eso es lo que hace, serlo. La demanda dice que se necesita periodista con mucha chispa y pocos escrúpulos. 

¿Pero no crees que el papel de Lobato en España ha sido nefasto para conseguir buenos y conscientes aficionados de cara a la época que se nos avecina, sin Alonso y con el pay-per-view por todos sitios? 
A veces me sorprende tu candidez, querido Primo, por supuesto que ha sido nefasto para conseguir buenos aficionados a la F1, pero ¿quién quería buenos aficionados? Ecclestone seguro que no y las televisiones tampoco… ¿nosotros? Pues sí, a mí me hubiese gustado una F1 de más calidad, corriendo en Imola, sin pilotos de pago, con los mejores del mundo y con retransmisiones sensatas en televisión. Pero tienes que pensar una cosa, cuando nosotros comenzamos a ver la F1 allá por los 70, la gente mayor pensaba lo mismo de las nuevas generaciones de aficionados. 
Los tiempos cambian, querido Primo, y quizá sea el momento de asumir con desgana que nos estamos haciendo viejos y que debemos hacernos a un lado. 

Como siempre, es un placer el platicar contigo. Te deseo mucha suerte para el futuro. 
El placer es mío y me honra que al menos uno me siga recordando. Espero que con esta entrevista no pierdas lectores y espero también alguno saque algo en claro de este montón de letras. Esperemos que en el futuro la F1 sea más pura y la NASCAR más cercana. Gracias por leer. 

Hasta siempre

lunes, 18 de junio de 2012

Bowlby. The next big one?


Estimados todas/os/es 

Si nosotros fuésemos parte integrante del imperio, el titulo sería del todo esclarecedor. Pero ya que pertenecemos a una no-rescatada provincia en el extremo africano del continente europeo, una pequeña explicación no estaría de más para centrar la entrada de esta semana. El siguiente grande es como se refieren los yanquis a ese terremoto que los científicos están seguros que se producirá en la falla de San Andrés y que se saldrá de la escala de Richter. Como consecuencia de ello, San Francisco y Los Ángeles, y todas las tierras en derredor, serán devoradas por el Océano Pacifico, transformando la ciudad de Fresno en base de la US Navy. 

Igual que los californianos están esperando ese evento terrorífico para la mayoría y benefactor para los especuladores de terreno en Fresno, así estamos los seguidores de la F1. Desde la introducción del motor trasero por el ingeniero Cooper a finales de los sesenta, siendo el modelo T51 el nuevo paradigma del diseño en la F1; así como el descubrimiento de la física de Venturi por el ingeniero Chapman, siendo el modelo Lotus-79 el sumun del concepto, los aficionados estamos esperando, desde ese lejano año 1977, un nuevo diseño rompedor que nos devuelva esa excitación primigenia por ver las carreras. Desde aquellos tiempos, los cambios en los fórmula uno se pueden ceñir prácticamente al aumento o disminución de agujeros o aletines, que además el señor Whiting se dedica a rubricar como legal, ilegal o alegal, al cambio en la distancia entre ejes, o al aumento en pi medios de la altura del morro ¡Tontas! 

Una medida de lo poco excitante y desafiante que es percibida la F1, para los nuevos talentos ingenieriles que salen de las universidades mundiales, es que desde la irrupción del genio de Newey ningún otro joven ingeniero ha deslumbrado o merecido una mención especial en la F1. De hecho, los más talentosos individuos suelen dirigir sus carreras a la aviación, tanto estelar como planetaria, dejando la F1 para los menos imaginativos. Esta circunstancia es la palpable evidencia de la decadencia de este evento. En España, lo vemos en la constante disminución del número de aficionados, que se sientan en la gradas de nuestros aburridos circuitos, o en la audiencia, que aun estando nuestro mejor piloto en la escudería más periodística (¡Único epíteto en el que Ferrari gana al resto de escuderías!), cada evento es un poquito menor. 

La única forma de cambiar esta situación es atrayendo a nuevos talentos o fichando los que se puedan de otras categorías. Y ese es el caso de Benjamin Bowlby, hijo del barón Richard Peregrine Longstaff Bowlby y nieto del insigne psicólogo británico Sir Edward John Mostyn Bowlby. Ben nació el 2 de noviembre de 1966, y desde 1992 está casado con Mylanna Sophia Colyer, con la que tiene tres hijos (Roderick, Alexander y Beatrice). Aunque pueda parecer que este señor es el producto típico de la clase aristocrática británica no lo es. Para empezar, el aristocrático Ben sufrió de joven un problema grave de dislexia, que como saben es un problema neurológico asociado a la visión espacial que dificulta (o imposibilita) la lectura y la escritura, y como consecuencia la compresión de los textos y el estudio normal reglado. Pero, a pesar de este tremendo hándicap, consiguió entrar en la universidad inglesa para ser médico, profesión familiar por excelencia. Esta prueba de superación personal fue recogida en el documental titulado The nuts and bolts of Ben Bowlby. Los ingleses aman este tipo de programas positivos de personas ¿Qué se le va a hacer? Por el contrario, a nosotros nos encantan los programas de marujeo inservibles y falaces ¿Entienden por qué mi Prima de Riesgo inglesa es mínima si la comparamos con la nacional? ¡Hasta que no nos civilicemos, uno a uno, seremos un país de segunda! Pero volvamos a los coches, antes que nuestra presidenta Merkel coja el serrucho y lo emplée por los pirineos, pasando a ser la isla ibérica.

¿Eres capaz de encontrar a Iley, Key, Willis, Symonds, Bowlby o a Moroni al final de las charlas del Race-Tech 2012 celebradas en la Universidad de Oxford Brookes?
Muy pronto, el joven Ben se dio cuenta que su afición a crear coches era mayor que la historia médica familiar, y terminó pasándose a los estudios de ingeniería en la Universidad del Este de Londres. El primer coche lo construyó a los dieciséis años, y le sirvió no solo para competir con él sino como prototipo inicial de su proyecto de fin de carrera (Suzuki SC100 Clubman’s Special). 


Una vez terminada la carrera universitaria, Mike Blanchet lo fichó en 1991 para el equipo Lola. En 1997 el equipo presentó un coche en la F1 que fue un total desastre, ya que su entrada había sido muy precipitada, sin estudios aerodinámicos en el túnel del viento y con un coche que era 12 segundos más lento que la pole. Incluso este T97/30 era más lento que sus propios diseños para la F300. Este descalabro aupó a Ben a la cima como diseñador jefe. Fue el encargado principal en el diseño de distintos coches para la F3000, de forma exclusiva desde 1995 hasta que llegó la GP2 y Dallara. También lo hizo para la Fórmula Nippon. Los diseños de Lola, y por tanto de Ben, fueron también exitosos en las formulas americanas de la NASCAR e IndyCar, siendo los proveedores de equipos ganadores como Newman/Hass o Chip Ganassi. 

Después de dejar Lola, en junio de 2002, se enroló en GForce. Compañía que estaba contribuyendo en el diseño del coche de la IndyCar de 2003 del equipo Chip Ganassi Racing, con el que el australiano Scott Dixon se proclamó campeón. A partir de principios de 2003, Bowlby se hizo cargo de la dirección técnica de este equipo, diseñando (lo que dejan las normas) no solo los coches para la IndyCar sino también para la NASCAR, como es el caso de Earnhardt Ganassi Racing, donde corre el ex-piloto de F1 Montoya o de Telmex/Target Chip Ganassi Racing. 

El fracaso de Lola en la F1, debido al poco conocimiento de la aerodinámica, hizo que Bowlby se obsesionase con ese aspecto, forzando a su nuevo jefe Ganassi para que le construyera el túnel de viento ideal. Y esto lo consiguieron en Laurel Hill, Pensilvania. Allí, después de escavar un túnel para que el ferrocarril atravesase una montaña, los recortes hicieron que se abandonase el proyecto, siendo esta la base del mejor túnel del viento que existe hoy día. En él, el automóvil circula durante 1384 m en línea recta, pudiéndose medir variables aerodinámicas reales y en estado estacionable, durante el proceso de aceleración, de frenado y a velocidad constante durante unos 420 m. Este sistema tiene la gran ventaja que es el coche el que circula a través de eso llamado aire y no al revés, como ocurre en los sistemas normales (¡Ahí no está incluido el de Ferrari! Es peor todavía), con lo que todos los datos obtenidos son reales y es el coche verdadero el que produce los números, y no una maqueta más o menos grande y afortunada. 

A principios de septiembre de 2008 en Indianápolis, Floyd (Chip) y Benjamin asistieron a las carreas de MotoGP y el primero quedo sorprendidísimo por la eficiencia de dichas motos, las posibilidades de diferentes trazadas que ofrecían a sus pilotos y el espectáculo que daban a los aficionados. La conversación derivó en las diferencias con las carreras actuales de automóviles. En un punto dado, Ben le dijo que el problema radicaba en el diseño actual de los coches y que, cambiando este, se podrían hacer autos capaces de ser tan eficientes y manejables aerodinámicamente como las motos. 

En enero de 2009 comenzaba el proyecto DeltaWing con el señor Bowlby al frente. La idea inicial era diseñar un coche para la Indycar y que este fuese el elegido a partir de 2012. Para aquellos que no lo sepan, en esta categoría americana todas las escuderías utilizan durante varios años el mismo chasis, con pequeñas modificaciones. El diseño se comenzó con varias premisas. Disminuir la resistencia al aire y el consumo a la mitad fueron dos de ellas, a las que se les unió la estabilidad aerodinámica a las turbulencias, o lo que es lo mismo que existiera la posibilidad de tomar el rebufo del coche delantero sin perder adherencia. 

El resultado fue un diseño en ala delta, tan en boga en el mundo de los aviones como el Concorde, Eurofighter typhoon o en el Backbird, que pesaba menos de la mitad de un coche normal y que permitía ser motorizado con un propulsor muy modesto, consiguiendo los valores de aceleración, estabilidad en frenado nunca alcanzados por los autos de carreras, por no hablar de la bajísima degradación de gomas, limitadísismo consumo de gasolina y precio final del coche, y como consecuencia de su bajisimo impacto medioambiental. El prototipo era demasiado radical para los conservadores regidores de la Indycar y prefirieron seguir con el modelo Dallara. 

A pesar de este fracaso, los señores que dirigen acertadísimamente Le Mans pensaron que como su competición es la verdadera avanzadilla tecnológica, donde la industria del automóvil puede ensayar sus diseños en condiciones extremas y de competencia, este diseño merecía estar luchando con coches con sistemas clásicos, con coches con motores diesel, híbridos, híbridos-diesel, etc., y los invitaron. El garaje 56 fue ocupado por el equipo número cero Highcraft Racing (Delta Wing Nissan), consiguiendo la posición vigesimonovena (de cincuenta y seis participantes) en los entrenamientos, a tan solo 18 segundos de la pole del hibrido de Audi (+6.4%). En la carrera los resultados fueron algo peores, consiguiendo el quincuagésimo segundo peldaño, después de 75 vueltas y algo más de seís horas de carrera.

Quizás sea esta la dirección de diseño que deberían tomar los coches de la F1, si queremos tener espectáculo real (sin DRS y Pirelli) y que las marcas automovilísticas estén interesadas en ella. Pero no teman nada, mientras CVC-Ecclestone manejen los hilos de este negocio no habrá cambios, y estos solo vendrán después de una hecatombe económica (¡De la F1 no del Euro!) o de una guerra civil entre socios … y Murdoch ya fue neutralizado.