Primo de Anónimo

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lunes, 22 de octubre de 2012

Newey rojo

Estimados todas/os/es 

Ahora, que ya parece, que ha pasado la sesión 2012 de rumorología en la F1, yo querría comenzar con la de 2014. Lo siento, como científico tengo la imperiosa necesidad de planificar el futuro en función de mis conocimientos actuales, aunque sé que estos son mínimos y una teoría cuántica de la gravedad me tiraría mi hipótesis por el suelo. Pero, a pesar de todo, mi apuesta es que Newey se vestirá de rojo en 2015. 

Intentaré desvelarr las intuiciones por las que pienso esto, tan descabellado al día de hoy. De todos es conocido que Montezemolo ha intentado en varias ocasiones vestir a Newey con los colores heredados de Alfa Romeo. Pero, hasta ahora, no lo había conseguido por varias razones, que intentaré enumerar sin priorizarlas. 

La primera es su amor a los equipos humanos con los que trabaja. Siempre ha dicho, el inglés, que no le gusta crear equipos humanos de ingenieros desde cero, y que prefiere tener gente que intuya, sin explicitarlas, cuáles son sus ideas. Y en estos momentos en Ferrari hay distintos ex-compañeros. En esta categoría podríamos poner a Ben Agathangelou, con el que coincidió en los duros inicios de Red Bull, Steve Clark, Nikolas Tombazis, Nicolas Hennel de Beaupreau, Pat Fry y Neil Martin, con los que coincidió en la época más o menos dorada de McLaren y con el último, también, en RBR. O lo que es lo mismo, Newey conoce personal y laboralmente a todos los ingenieros no italianos de Ferrari. Además, la posible sorpresa de que en 2014 o 2015 Vettel corra junto con Alonso va a ser mínima, y se da por descontada en la bolsa de la F1, con lo que Adrian tendrá a un piloto que conoce y al que entiende a las mil maravillas. Luego la excusa de que tendría que levantar un equipo humano nuevo ya no le sirve. 

 Al hilo de la rojeidad de Vettel en 2014, no deberíamos olvidar que la inspiración y modelo del alemán es otro alemán, que voló a Ferrari junto a sus ingenieros, siendo fiel a ellos toda su carrera formulaunerística ¿No habrá fichado Vettel por Ferrari porque allí va a encontrar a Adrian o al revés? 

Hannah, Adrian, Amanda e Imogen
Otra de las excusas que ha mostrado históricamente, para no trasladarse a Maranello, ha sido los deseos de su mujer, Marigold Newey, muy integrada en el mundo pomposo de la aristocracia inglesa, y poco dada a un posible cambio a un país latino. Pero ella ya es, desde 2010, la segunda ex-esposa de Adrian, con lo que su opinión xenófoba contra los países del sur de Europa ya no cuenta. Y la nueva partener, Amanda (Nina para los colegüis alemanes de Sport Bild), no parece tan reacia a un cambio hacia las cálidas tierras del sur. 

Otra de las excusas que aducía Marigold para quedarse en el Reino Unido era la edad peligrosa en la que se encontraban sus hijas, Hannah e Imogen, al borde de los A-levels, pero tanto Hannah (hace ya bastante tiempo) como la pequeña Imi han superado esos temibles exámenes ingleses, y mientras la mayor estudió en la Universidad de Sussex, la pequeña está en estos momentos enrolada en el Bradfield College. Por lo que la presión psicológica acerca del futuro de las hijas sobre el padre se ha borrado casi por completo.

Hasta aquí lo que en el pasado perjudicó el tránsito desde las islas a la bota, pero hay otras señales en el horizonte que apuntan en esa dirección. En primer lugar hay que decir que el contrato de Adrian con Red Bull termina en 2014 (¡Qué casualidad casi como Sebastian!) y la empresa de Dietrich Mateschitz no se encuentra en la posición que ella quisiera. Las ventas están disminuyendo a nivel global, por culpa de la crisis y de la proliferación de marcas blancas locales que están copando el mercado. Es más, otras empresas están lanzándose a este apetitoso mercado, como es el caso de Monster, y siguen el modelo de patrocinio que ya supo explotar con éxito el austriaco. Por lo que no es descabellado que aparezcan muy pronto en la F1. Pero es que la estrategia de patrocinio único de Red Bull se verá truncada con la irrupción de otras marcas, y el interés por seguir en la F1 bajará, estando dispuestos a despilfarrar menos dinero en los cochecitos azules. Esta posible bajada de presupuesto torpederá, si no ha empezado ya, la idea de Newey de ser pagado como una estrella, y más ahora que debe resarcirse de los gastos y pérdidas del último divorcio. Además, a Newey siempre le ha gustado manejar grandes presupuestos para poder experimentar con cualquier cosa que se pueda llevar a la F1. Por lo que el dinero puede empezar a ser un problema en el traje azul. 

Y en Red Bull, como buenos germanos, ya han empezado a preparar la pérdida de su estrella. A mediados de esta temporada se despidió con cajas destempladas a Giorgio Ascanelli, que había sido la imagen de Newey en el espejo barato e italiano, de Toro Rosso, desde 2007, y se fichó a James Key, que ya trabaja como nuevo director técnico. El británico había realizado casi toda su carrera de ingeniero con el actual equipo de Force India, desde los tiempos en los que se llamaba Jordan. En 2010 pasó a una escudería en desguace, como Sauber, poniéndola no solo de nuevo en circulación sino siendo el padre del coche actual de Pérez, que le ha llevado a varios pódiums. Pero a principios de este año abandonó el equipo suizo aduciendo que quería volver a las islas en las que le esperaba una buena oferta de trabajo. Medio año después, abandonó sus añoradas islas para instalarse en Italia. Este movimiento solo se puede entender si a Key le han puesto la zanahoria de Red Bull, y esto solo lo puede hacer Markó si tiene indicios que Adrian está pensando en irse. 

Luego, tenemos que las excusas que mantenían a Newey fuera de Ferrari (familiares, grupales) ya han desaparecido, que su actual escudería va a bajar el perfil del equipo y que le están moviendo la silla, preparando un recambio. 

Si es rojo y con ruedas … Ferrari. 

Aunque siempre quedará la esperanza que se vaya a New Zeland a diseñar barcos para la Copa América.

lunes, 9 de abril de 2012

Divorcio a la italiana

Estimados todas/os/es 

La película de titulo homónimo es un ejemplo de esos films italianos que a través de la ironía y la sonrisa nos cuelan lo más duro y sórdido de las personas, instituciones y leyes. No se preocupen que este tipo de películas ya desaparecieron de cines y televisiones (¡Hay que ahorrar! Incluso en el pensamiento). En esta comedia-ácida italiana, Mastroianni está casado con una fea, aunque muy adecuada, mujer. Pero sus estúpidos deseos le llevan a la puerta de una señorita más joven y guapa. Ante la imposibilidad de divorciarse de su esposa (¡Estamos en la Italia del Sur en los años 60!) idea un plan para matarla sin que la pena judicial que reciba sea muy grande. Para ello piensa en buscarle un amante a su mujer y asesinarla presa del shock al saberse engañado. Al final consigue un amante para su mujer, pero es la mujer del susodicho amante la que asesina a su marido, y solo después de perder la iniciativa, y lleno de vergüenza y oprobio, Mastroianni mata a su mujer. Como era de esperar, la justicia fue muy benévola con el asesino de mujeres, permitiendo que este pudiese rápidamente casarse con su joven y guapa querida. No obstante, los últimos fotogramas de la película, en lugar de mostrarnos un punto final feliz, nos muestran que el actor se encuentra en un nuevo punto inicial y en peor situación. 

La escudería Ferrari también parece que está en los prolegómenos de un divorcio. Si no han presentado ya los papeles al juzgado y no nos hemos dado cuenta. Después de la retirada de Byrne la escudería quedó huérfana de dirección y atrapada por su pasado. La no construcción de un nuevo túnel del viento es uno de los síntomas de que siguen anclados en el aquellos tiempos. La contratación de Alonso supuso un punto de inflexión en ese lento declive, no por la contratación en sí del piloto español, sino por la incorporación de gente nueva con una visión más moderna y aerodinamicista de la F1. En puestos clave de la organización de Ferrari tenemos ahora a Nicolas Hennel de Beaupreau (2009), Steve Clark (2012), Pat Fry (2010), y Neil Martin (2010) casi todos ellos con una vertiente aerodinámica importante y que podríamos decir que, junto al español, forman la vertiente moderna y femenina de la F1 en Ferrari. 

El otro conjunto de personas, que forman la hipotética pareja, son Massimo Atzori (1996), Thierry Baritaud (2000), Andea Beneventi (2000), Mattia Binotto (1995), Maurizio Bollini (1994), Gerald Brussoz (2006), Rui de Castro (2007), Paul Drewery (2004), Luigi Fraboni (1998), Corrado Lanzone (1997), Luca Marmorini (2009), Simone Resta (2001), y Nikolas Tombazis (2006), todos ellos con formación mecánica (excepto el griego) y hasta cierto punto añoradores de otras F1, donde el motor era lo único. A Hirohide Hamashima (2012) no soy capaz de clasificarlo dentro de ninguno de los dos grupos principales. También hay que señalar que este grupo no está totalmente cerrardo, habiendo deserciones según el tema de conflicto.

Bueno, pues estos dos grupos (como poco) viven en tensión dentro de la casa roja, pretendiendo conseguir más recursos económicos y personales, que permitan aumentar aún más su poder dentro de la estructura. Por encima de ellos esta Montezemolo que pretende, como buen empresario, vender el mayor numero de Ferraris con la menor inversión posible, o lo que es lo mismo si siendo terceros en el campeonato del mundo de F1 se consigue el record de beneficios ¿Para qué hay que invertir más? 

Sabemos que estos grupos de presión e intereses conviven sin choques noticiables. Y dentro de esta política general, de todos nos queremos mucho, habría que circunscribir las iniciales declaraciones (que no hechos) de Fernando Alonso, diciendo que los ingenieros de Maranello eran los mejores del mundo y parte del extranjero. Mientras algunos eran despedidos y otros eran contratados. No obstante la salida de Aldo Costa y sus declaraciones posteriores, en las que insinuaba que Alonso (y su grupo de presión) eran los responsables de su marcha y no el calamitoso diseño rojo (durante años). Y la posterior re-ubicación de Pat Fry en un puesto más acorde con su sapiencia y posibilidades, ya debería habernos llamado la atención sobre la lucha soterrada o divorcio en ciernes en Ferrari. A pesar de estas declaraciones, nadie se dio por aludido y quedaron como la clásica salida de tono de un empelado despedido que se cree injustamente despreciado e intenta cargar las culpas en otro. 

Les recuerdo que la evolución de motores está totalmente congelada desde la más tierna infancia de ustedes y que hasta 2014 no se necesitan estudios nuevos sobre motores de competición. Aun así, este año, otra vez, el conjunto motorista ha impuesto sus criterios económicos-personales, y el diseño aerodinámico del F112 es algo peor que malo. Pero a diferencia de los últimos años el responsable máximo comenzó, después de la primera sesión de entrenamientos en Jerez, a hacer declaraciones en las que apuntaba claramente hacia donde residía y reside el problema. Fry declaró, el día 7 de febrero por la tarde, que los datos del túnel del viento se ajustaban razonablemente a los obtenidos en la pista y que todavía había muchas cosas y posibilidades de mejora. O en roman-paladino, para aquellos que no somos expertos en inglés, que los datos que salen del túnel del viento y los que se obtienen en carrera se parecen como un huevo a una castaña. 

Después de ese ataque, tan inglés, de sinceridad hubo una cascada de declaraciones de todos siguiendo esa misma línea argumental. Hasta que Montezemolo pensó que tanta sinceridad no era buena para las ventas de Ferrari en el mundo, y comenzó a cambiarlas poniendo mucho énfasis en el futuro y en la gran mejora que iban a hacer. Rápidamente el cardenal Domenicali se desdijo de sus declaraciones pesimistas anteriores, e incluso el monaguillo Massa se atrevió a pronosticar su lucha por el pódium en Australia. Nada más lejos de la realidad, ya que en ningún momento pareció que el brasileño pudiese, no luchar por posiciones de honor sino, pasar simplemente a la Q3. 

En esa clasificación, Alonso nos brindó uno de esos errores garrafales con los que de vez en cuando nos ilumina, y que en España son camuflados rápidamente al grito alopécico de búsqueda de los límites del coche. Pero sorprendentemente, en este caso la escudería nos regaló una perla de sinceridad la Q3 era alla portata di Fernando, ma anche un due volte Campione del Mondo non è infallibile, que indica que los dos bandos rojos están en proceso de divorcio y comienzan a lanzarse cualquier cosa que tengan a mano. Además desde los medios italianos no paran de achacar el error de diseño del Ferrari-112 a la suspensión delantera pull-rod, que parece ser una de las apuestas claras de Fry. 

La victoria falsa de Malasia habrá aplacado un poco la tormenta sobre el grupo de la fea mujer aerodinamicista, pero los machos motoristas deberían recordar que ellos están totalmente castrados y no por cambiar de mujer cambiaran su situación. 

La única solución es asumir que con un escalímetro que solo llega a centímetros no se pueden medir milímetros. Cuando asuman en Ferrari que eso es verdad, se olvidaran de posibles divorcios, conjuras, declaraciones, puyas, malos entendidos y construirán el mayor túnel del viento soplado, donde poder meter a un coche real, para poder apreciar todos los detalles. También construirán otro túnel de viento, este de tipo aspirado. Y, como Red Bull, argumentarán que lo van a utilizar para desarrollar videojuegos o para coches de calle, como se jacta McLaren, y no para mejorar el resultado de los coches de F1. 

Pero no se preocupen, mientras Ferrari siga ganando mucho dinero no habrá ningún ladrillo nuevo para adecentar la cara de la dama aerodinamicista.