Primo de Anónimo

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lunes, 17 de septiembre de 2012

Jacques Hamilton

Estimados todas/os/es 

Las biografías comparadas es una estrategia de análisis muy anglosajona. En esta modalidad de ensayos toman ciertas curiosidades de un personaje que ya ha terminado su ciclo vital y las extrapolan a otra que está a mitad del mismo con el fin de poder prever el futuro del último. El axioma se cumple más cuanto más semejantes sean las circunstancias y las influencias de los dos personajes comparados. Y eso es lo que pretendo ver hoy con esta entrada. 

En 1996, apareció en la Formula Uno, a los mandos de un Williams, el hijo de un grandísimo piloto. Jacques Villeneuve nació en la región francófona canadiense de Quebec. Sus iniciaos habían sido planetarios, corriendo en formulas inferiores en Europa, Japón y Norteamérica, labrándose un nombre de piloto prometedor. Eso fue lo que empujó a Frank Williams a darle el volante de uno de los mejores coches de la parrilla de aquella época. El novato no se arrugo y en su primera carrera en la F1 consiguió la pole y el segundo puesto al bajar la bandera de cuadros en Australia. Solo había sido vencido por su compañero de equipo Damon Hill, otro de los hijísimos. Las cuatro victorias que consiguió ese año no lo llevaron a lo más alto del campeonato porque la madurez de su compañero se lo impidió, pero consiguió en su primera temporada ser subcampeón. 

Al año siguiente, la salida del campeón del equipo hizo que él fuera el referente claro de Williams, y con siete victorias se proclamó campeón de la F1. Era, quizás el titulo que le debía el campeonato a su padre. Hay que recordar que ese campeonato se lo ganó a Dirty Schumy, con choques intencionados por parte del alemán y descalificaciones mediante. Y demostró que era el piloto con mejores manos de aquella generación. Donde podíamos encontrar a Schumacher, Häkkinen y Hill, entre otros. 

En 1998 el equipo Williams había dejado escapar a su ingeniero aerodinámico Adrian Newey, regalándoselo a McLaren. Ni que decir tiene que ese año el campeón fue el trío McLaren-Häkkinen-Newey, con el trío Ferrari-Schumacher-Byrne haciendo méritos. Mientras que las prodigiosas manos de Villeneuve Jr. solo le permitieron llegar a la quinta posición y sin ninguna victoria parcial, eso sí, mejorando la séptima de su compañero Heinz-Harald Frentzen. 

Esas prodigiosas manos estaban debajo de una cabeza no muy bien amueblada, y al año siguiente fichó por el equipo BAR (anteriormente llamado Tyrrell), sin ningún ingeniero ingenioso, y solo por una substancial cantidad de dinero. Uno de los dueños de aquel equipo era su manager, y persona que le susurro al oído que ese era su mejor opción de futuro. Esa temporada fue el principio del fin. Las primeras once carreras las terminó en el garaje del equipo y en las siguientes, que llegó a ver la bandera de cuadros, nunca lo hizo en posición de puntos. Los problemas de fuera de los circuitos empezaron a merodear dentro, y los malos resultados empezaron a ser justificados en función de esos problemas sentimentales. 

La cabeza estúpida de un piloto destrozó las manos prodigiosas de un gran campeón. 

En el año 2000 los motores Honda acabaron en esta escudería y eso le permitió acabar en la séptima posición del campeonato. Pero de aquí a su primera despedida en 2003, solo demostró su talento con cuenta gotas, en algún adelantamiento, en alguna defensa de posición y poco más. 

En 2004 corrió tres carreras para la Renault de Alonso, pero no llegó ni a puntuar. En 2005 y 2006 corrió para Sauber, pero su fin como piloto estaba cerca y su amor por la música se hacía cada vez más patente. A mitad de esa temporada un gran campeón dejó la F1 sin haberlo demostrado por culpa de no saber controlar su entorno y dejarse llevar sin racionalizar las consecuencias de sus actos. 

En el año 2007, apareció el piloto británico, que no inglés, Lewis Hamilton como escudero del que era en esos momentos campeón del mundo, Fernando Alonso. En su primera carrera, en Australia consiguió una tercera posición, y esa temporada consiguió cuatro victorias que le alzaron al subcampeonato, igual que el canadiense. 

En la siguiente temporada el piloto con más experiencia de McLaren se marchó en busca de aires más respirables, y McLaren se centró en el piloto británico. En ese 2008 se proclamó campeón del mundo. Pero a partir de aquí los resultados no se repiten, siendo quinto en 2009, cuarto en 2010 y quinto en 2011, siendo batido por su propio compañero. 

En estos últimos años ha cambiado su entorno, su gestor de imagen y contratos, se ha aficionado a la música (en este caso al rap), sus problemas sentimentales son usados como escusa para justificar los malos resultados y sus choques/roces continuos con adversarios en pista. Y en estos momentos lucha por mejorar económicamente su contrato, y para presionar al equipo es capaz de twittear información sensible del equipo. 

Ambos pilotos tienen demasiadas coincidencias en sus biografías como para no extrapolar el final de uno con el de otro. Son ciudadanos minoritarios en sus países, ambos consiguieron cuatro victorias en su temporada de debut, ambos llegaron a la última carrera de la primera temporada con opciones de ser campeones y solo fueron subcampeones. Ambos consiguieron lo máximo en su segunda temporada y a partir de ahí los resultados fueron decreciendo. Ambos se han dejado gobernar por el entorno y el dinero es capital en sus vidas. 

¿Fichará Hamilton por un equipo mediocre por mucho dinero? ¿Estamos ante la repetición de la historia de un gran campeón con una mala cabeza?