Estimados todas/os/es
En España tenemos un personajillo, que pulula por muchas cadenas de televisión, incluso de radio, que se dedica a predecir el futuro de cualquier otro personajillo y, previo pago telefónico, el tuyo si te prestas. Su característica fundamental es la pobre dicción y sintaxis del castellano que usa, junto con un desprecio supino a las normas elementales de cortesía y una tendencia desmesurada a la venganza. Podríamos decir que es el prototipo de gente que aparece en estos momentos en las diversas cadenas de televisión, que sufrimos en silencio aquí. El susodicho personaje, aunque se ufane en ello, no es capaz de acertar más que lo que ustedes serían capaces de predecir ¡Lo estadístico!
Sin embargo en la F1 y desde hace años, existe un personaje que es capaz de acertar quien va a ser el campeón de la categoría con unos treinta grandes premios de ventaja (¡Eso, sin exagerar!) ¿Y quién es el afortunado? Pues deberían de conocerlo ya, el supremo hacedor de la categoría el señor Bernard Charles Ecclestone.
Todos los años, cuando los equipos empiezan a engañarnos con lo que dicen que serán sus coches de la temporada, él es el único que muestra sus cartas bocarriba, eligiendo un piloto (como mucho dando una terna) que es su favorito para ganar el campeonato. Curiosamente su porcentaje de acierto es del 101% (¡O incluso superior!).
Es bochornoso que se permita al dueño y señor de la F1 que haga este tipo de declaraciones. ¿Se imaginan a Blatter diciendo quien va a ganar el mundial de fútbol? ¿O a Stern afirmando que los Lakers conseguirán este año otra vez el anillo? Ante estas posibilidades las anteriores organizaciones, y detrás sus aficionados, se lanzarían pidiendo la destitución de esos mandatarios. Es verdad que hubo un tiempo en el que el señor Stankovic se permitía afirmar que los equipos españoles de baloncesto no ganarían tal o cual partido, y casi siempre acertaba, siendo los equipos de Yugoslavia los ganadores. En aquel momento la prensa siempre se quejaba amargamente de los arbitrajes y pocos eran los que señalaban al presidente. Una vez que el poder del antiguo presidente de la FIBA disminuyó, los equipos ibéricos comenzaron a ganar y los balcánicos a perder, aunque seguían los mismos árbitros.
Pues ahora tenemos en la F1 el mismo caso. Tenemos un jefe absoluto que dicta quien será el campeón y nosotros (y sobre todo la prensa oficial) echamos la culpa de los desarreglos puntuales al pobre de Whiting. Mientras que él solo cumple los deseos del jefe máximo, amañando solamente pequeños dictámenes jurídicos sin importancia .
Mr. Ecclestone termina de proclamar a su primer candidato; y este es Vettel. Ha hecho unas declaraciones sobre el piloto que hacen ruborizarse hasta a Baco. No solamente dice que este año ha mejorado mucho como piloto, sino que ha batido a su compañero en la classifica de los sábados, y eso que Webber es un especialista a una vuelta. Que yo sepa el especialista a una vuelta es Trulli, siendo Webber especialista en engaños y mentiras. Si no queréis ser tan contundentes, al menos tendréis que admitir que es muy inconsciente; ponerse a correr en bici-cross cuando te estás jugando el campeonato (¡Cabeza amueblada!).
Pero viendo el Sr. Ecclestone que se le habían gastado todos los epítetos positivos sobre Vettel, y pensando que algún comisario podía no darse por aludido con su pronóstico, ha afirmado que es el yerno (hijo político) ideal para sus niñas. Sí, para Tamara o Petra, aquellas que recibieron una humilde chabola de papá, que están valoradas en más dinero que se gasta el Ministerio de Ciencia e Innovación en becas pre-doctorales para toda España.
Señores aficionados ¿Hasta cuándo?