Estimados todas/os/es
He de decir, en primer lugar, que el tema de la entrada de hoy ha sido muy meditado, e incluso después de empezarla la deseche, y finalmente la volví a retomar. Soy consciente que en este blog de carreras de coches, a Zapatero se le tiene en una gran estima (¡Ojo! No al primer ministro español, que de eso no vamos a decir ni que sí ni que no ni que todo lo contrario, los lectores y redactores son libres de pensar lo que quieran y expresarlo en los blogs políticos de su gusto). También tengo consciencia que la inmensa mayoría de nuestros lectores asiduos, así como algún que otro redactor, son personas muy equilibradas (y no fans del último piso) y que todas sus criticas son fundadas en distintos hechos, por lo que deben ser leídas con sumo cuidado y cariño. Solo bajo el certero conocimiento de que yo no soy el Sr. Hill, ni ustedes van a tener tentaciones de amenazarme telefónicamente, escribo este comentario.
El Sr. Schumacher es sin ningún tipo de dudas el piloto con más títulos de F1. Ha roto todos los registros que existían en esta especialidad. Y probablemente, ningún gran piloto vuelva a tener la suerte de llegar a la madurez sin ninguna Némesis enfrente como le ocurrió a él, por lo que pudo alcanzar todos los records sin nadie que estuviese a su altura y le hiciese sombra.
Aparte de esta luminaria fama, asociada a su persona siempre ha estado la sombra de su carácter poco legal. Empecemos afirmando que la Formula Uno es un espectáculo donde los pillos y marrulleros siempre tienen premio. La razón radica en que la FIA dicta leyes confusas y muchas veces contradictorias, para de esta manera poder hacer ganar el campeonato o la carrera al piloto o escudería que más dinero les reporte en un posible futuro. Además, se puede decir de forma genérica (equivocándonos mucho) que todos los pilotos suelen ser bastante chulos y bocazas, quizás por la cultura que hay en el entorno o por el exceso de testosterona. Para no ofender a los que tenemos en activo, recordaremos a los antiguos. Por ejemplo a Piquet (padre de familia), que no fue capaz de decir dos palabras de un piloto sin que contuviesen tres insultos. O por ejemplo a Senna (tío de familia), que era capaz de decir sin ruborizarse que él era Dios y tenía una misión especial. De Lauda no digo nada porque no hace falta recordar sus comentarios, sigue echándolos sin parar.
A este contexto de declaraciones y caos administrativo, hay que sumarle el comportamiento antisocial que tienen todos los pilotos (incluso ingenieros) dentro de la pista, siendo capaces de retorcer cualquier reglamento a su favor para poder pasar por encima del otro ¿Verdad, Trulli?
Bueno como escribía, aparte de esa estadística de gran ganador, que no campeón (fijándome en las distintas estadísticas que hay publicadas por la red sobre el tema), el Sr. Schumacher pasará a la historia como Marrullero I del Mundo y V de Alemania (pido perdón a los lectores republicanos porque últimamente este blog se está escorando mucho hacia el lado monárquico; lo apunto, e intentaré compensarles republicanamente). La inmensa lista de agravios, marrullerías, saltos por encima de las normas, choques con las leyes vigentes y guerra sucia psicológica contra el compañero, no la voy a exponer ya que es de todos bien conocida (incluso para sus fervientísimos fans).
Sin mucho interés en hacer escarnio, traeré del pasado distintos incidentes, que simplemente viéndolos se pueden calificar fácilmente; a veces salió indemne de ellos y otras no. Hay muchísimos más y la lista llega a ser más larga que los damnificados de la crisis económica actual; incluso tiene una sección especial en la red, cosa que ningún piloto suele tener.
Chocando con Hill en Australia 1994, y campeón por tramposo.
Chocando con Villeneuve en Jerez 1997, y descalificado por tramposo.
Adelantando con bandera roja en hungaroring 2006, y dos segundos por tramposo.
Aparcamiento en zona azul en 2006, y último por tramposo.
Al comenzar este año, al ser fichado por Mercedes, pensé que esta vez iba a ser todo distinto; siendo todo un caballero en la pista con los jóvenes pilotos (vamos como Warkwick) y poniéndoles muy difícil el ganarle. Y no me equivoqué. Este año es un Schumacher distinto; pero ahora ya no gana, y sigue muy lejos de ponérselo difícil a las nuevas generaciones, y encima mantiene su carácter marrullero y tramposo.
Al principio de temporada comenzó atacando al tranquilo Rosberg Jr, y éste no hizo mucho (bueno, sí, le ganó en la pista sin compasión); si hubiese sido el padre hubiésemos tenido la posibilidad de ver algún que otro combate interesante, e incluso de boxeo. Hay que señalar que le quitó el dorsal del coche a resultas de que no le gustaba. También le quito la insignia de piloto número uno, que parece que estaba apalabrada por contrato (contabilicen quién probaba en primer lugar el coche durante la pre-temporada). No contento, empezó su guerra particular de declaraciones, llorando en todos los medios de comunicación, que si Alonso le estorbaba en las calificaciones, que si Rosberg también, que si el chasis tenía defectos. Tanto lloró, que la nueva evolución del coche está pensada exclusivamente para que él sea feliz (y no diga que le duele el cuello y que deja de ser el hombre anuncio de Mercedes, volviendo a casa). Esta evolución del coche no parece pensada para que el equipo suba un peldaño en la clasificación (sumen lo que no ha ganado Schumacher y añádanle lo que sí ha perdido Rosberg y no necesitan nada más).
Lo penúltimo ha sido el adelantamiento a Alonso en Mónaco. En un principio las declaraciones del propio Alonso ya mostraban que podía ser ilegal (él había preguntado a Ferrari si había alguna posibilidad de adelantar a Hamilton y le dijeron taxativamente que no). Por el contrario, el Sr. Schumacher y el Sr. Brawn dijeron que era legal este adelantamiento. Después de la sanción comenzaron a gritar y a amenazar (los fans a Hill, como siempre hacen con alguien que les toque a su ídolo) con impugnar la resolución. Con el tiempo han retirado la amenaza de impugnación y ahora van llorando que la sanción es desmedida, que Schumacher no era consciente de las reglas, que si … ¡Por favor! Estamos hablando del señor con más años en la F1, y en los tribunales de esta (¡También!); que a su vez tiene como jefe al ingeniero rey de las zonas grises o alegales en el reglamento (si no ¿cómo se explica que estén pensando sacar un artilugio F-duct automático en Turquía, que está por definición prohibido?). Lo que ocurre es que su carácter alegal sigue sin caberle dentro del mono, por lo que seguimos esperando su última tramposería, y eso es lo único, que por desgracia, le queda y podemos observar por ahora.
Termino volviendo al título ¡Atención, atención! El marrullero ha vuelto. Y ya veremos si vuelve alguna vez más el gran ganador.