Siguiendo un poco el tema de la entrada anterior, voy a intentar definirme políticamente y por lo tanto filosóficamente, o mostrar cómo me define mi entorno; ya que suele ser más listo que yo, y al final yo no soy quien conforma mi realidad sino que es la mirada del otro la que define la realidad completa.
El sistema político actual se basa en una serie de partidos y en el sistema de alternancia que hemos llamado democracia; aunque es bastante distinto a la idea griega original. No obstante, según el Sr. Churchill es lo mejor que tenemos por ahora (“Democracy is the worst form of government except for all those others that have been tried”).
Los partidos a grandes rasgos los podemos definir como de derechas, izquierdas y centro, definición que proviene de la situación en el parlamento revolucionario francés. Aunque inicialmente las diferencias programáticas eran tan grandes que estaban en contra hasta de las propias reglas de juego, con el tiempo y la evolución “democrática”, las diferencias se han ido minimizando, pero todavía quedan algunas diferencias.
A grandes rasgos, y sabiendo que es falso y que habría que matizar mucho, los partidos y filosofías de derechas se caracterizan por primar el orden establecido y la individualidad; mientras que los de izquierdas tienen cierta tendencia al desorden y a lo colectivo; siendo los de centro una media aritmética, o a veces ponderada, de las anteriores posiciones.
Empecemos entonces con mi definición ¿Soy de centro? La verdad es que su posición es para mí la más contradictoria y menos querida. Las personas de centro suelen ser escépticas y consideran que la verdad no es alcanzable o bien reconocible, por lo tanto la media de todas las falsas verdades debe ser lo más cercano a la verdad. Yo difiero totalmente de esta postura político-filosófica. La verdad es alcanzable y reconocible. Aunque a veces nuestro sistema deductivo matemático no sea capaz de alcanzarla, como ya nos lo demostró el insigne Sr. Gödel, o como ya propuso paradojamente Sócrates, el único profesor que ha tenido la historia ya que todos los demás son docentes, “Το μόνο που ξέρω ότι δεν ξέρω τίποτα” (solo sé que no sé nada). Incluso en estos sistemas contradictorios la verdad existe y el problema radica en la formulación de la pregunta, siguiendo al Sr. Wittgenstein “Ein Satz kann nur sagen, wie ein Ding ist, nicht was esist” (un enunciado solo puede decir como es una cosa, no lo que es). Luego esta es la postura con la que estoy más disconforme. La verdad está ahí fuera (¡que peliculero que me ha quedado!).
Pues seré de izquierdas. Es verdad que me gusta una postura igualitaria de partida, de tal manera que todos los seres humanos empiecen con las mismas ventajas e inconvenientes, que no existan posiciones de privilegio por culpa de tus ancestros, como tampoco entiendo posiciones iníciales de postergación. Incompatibles ambas con mi idea de ser humano. También es verdad que intento cambiar la situación actual de mi entorno, con idea de mejorar aunque no siempre sea ese el resultado. A pesar de todo esto, mis amigos claramente adscritos a estas tendencias dicen que no soy de izquierdas. Soy muy individualista y pongo a la persona en el centro de todo y no al colectivo.
Bueno, pues ya está claro, soy de derechas. Soy bastante individualista, creyendo que el individuo que más vale, o trabaja, debe ser recompensado en una mayor proporción. Más aun, las intromisiones de las instituciones dentro de ciertas esferas nuestras me parecen intolerables. Considero que se necesita cierto orden para poder seguir avanzando. Luego ya está ¡definido! Pero cuando pregunto a mis amigos de derechas me dicen que no. Estoy demasiado abierto al cambio, a la innovación, no entiendo el orden histórico ni siquiera su jerarquía, e incluso defiendo a muchos colectivos.
Corolario: no soy ni de derechas, ni de izquierdas …. sino todo lo contrario.
Me gusta pensar que, como la inmensa mayoría de mis congéneres, soy contradictorio y por lo tanto nada fanático (A fanatic is one who can't change his mind and won't change the subject según el Sr. Churchill, definición a la que me adscribo). Soy capaz de pensar una cosa pero, si se me demuestra que estoy equivocado, cambiar de opinión ¡Advertencia! No hay que entender que mis ideas no están fuertemente arraigadas y que las voy a cambiar fácilmente; Simplemente que existe la posibilidad de cambio, y que históricamente las he cambiado. Y este es el verdadero éxito de nuestra especie.
“Success is going from failure to failure without loss of enthusiasm” Sir Winston Leonard Spencer Churchill
“Success is going from failure to failure without loss of enthusiasm” Sir Winston Leonard Spencer Churchill
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