Estimados todas/os/es
Puede que les sorprenda la entrega de hoy. Y ya les anticipo que es mi primera entrevista, conversación publicada, por lo que les ruego no sean muy duros con el entrevistado. Si él no ha respondido a alguna de las preguntas que ustedes hubiesen deseado no es por su culpa o censura, sino por la incompetencia del interlocutor que no supo hacer las preguntas adecuadas.
El Sr. Caño, lleva ronroneando en el mundo virtual del automovilismo desde hace muchos años, primero en distintos fórums y posteriormente al frente de distintos blogs compartidos, como 5ruedas y que al principio de esta década devino en Zeptem. Aunque en aquella época lo reconocíamos por Martín Herzog.
En primer lugar Martín pedirte tengo que disculpas por la torpeza de las cuestiones, pero confió en tu sapiencia para con las respuestas. La primera cuestión que me surge es tu antiguo seudónimo ¿Por qué Herzog? ¿Tienes alguna conexión con la aristocracia alemana? He de aclararles que Herzog es un apellido alemán que se podría traducir por duque, y es el título con el que designaban, los teutones, a los jefes de su clan.
Muchas gracias, querido Primo, por abrirme de nuevo las puertas de esta la casa de todos los aficionados a la F1. Veo que sigues exhibiendo descaradamente una falsa modestia que es completamente manipuladora.
El tema del seudónimo fue una mera operación de marketing. No vende igual Pedrito García que Martín Herzog, me resultaba mucho más musical y que el nick sería más característico en la web que un apellido plenamente español. ¿Por qué Herzog? No tengo nada que ver con los alemanes, ni la nobleza (al menos que yo sepa), mi nombre es Martín Caño y siempre he estado orgulloso de él (aunque en mi época joven lo sufrí duramente); estuve durante unos años estudiando a conciencia el fenómeno nazi en la Alemania de entreguerras y, terminando estos estudios, fue cuando comencé apenas a escribir sobre F1… ya sabes, muchos apellidos alemanes rondando la cabeza y salió Herzog.
El tema del seudónimo fue una mera operación de marketing. No vende igual Pedrito García que Martín Herzog, me resultaba mucho más musical y que el nick sería más característico en la web que un apellido plenamente español. ¿Por qué Herzog? No tengo nada que ver con los alemanes, ni la nobleza (al menos que yo sepa), mi nombre es Martín Caño y siempre he estado orgulloso de él (aunque en mi época joven lo sufrí duramente); estuve durante unos años estudiando a conciencia el fenómeno nazi en la Alemania de entreguerras y, terminando estos estudios, fue cuando comencé apenas a escribir sobre F1… ya sabes, muchos apellidos alemanes rondando la cabeza y salió Herzog.
No, no es falsa modestia, es verdadera. Deberías oírme hablando sobre Química Orgánica. Ahí, sí que suelo ser arrogante y petulante. Pero volviendo al tema ¿Cuál es tu sentimiento ahora que ya no usas seudónimo? Porque las malas lenguas dicen que hasta algunos periodistas con poco pelo utilizan perfiles o cuentas diferentes para atacar duramente y desacreditar a todos aquellos que no piensen como él.
Pues aunque no considero que usar un nick fue algo de lo que arrepentirme, no lo volvería a hacer, porque es algo detrás de lo que me escondí durante demasiado tiempo y casi me hizo sufrir hasta crisis de identidad. Por el lado bueno, un montón de acérrimos alonsistas instigados por f1aldia y safety-car me atacaban repetidamente, insultaban, me amenazaron incluso físicamente, a mí y a mi familia… todo muy desagradable, y por ese entonces me sentía dichoso de estar colocado detrás de un nick.
Un día, dije basta. ¿Por qué esconderme de nadie? Entendí que estar metido detrás de un nick, sin decir mi verdadero nombre era una afrenta a las palabras que encadenaba en mis escritos formulaunísticos. Estaba muy orgulloso de lo que escribía, de mi nombre, no tenía miedo, entonces ¿por qué ocultarse tras una barrera que impedía una comunicación honesta con mis lectores? “Sí, soy Martín Caño, no tengo nada que ocultar, ven a verme y charlamos, y si te pones un poco agresivo, una llamada a delitos informáticos de la Guardia Civil por injurias o amenazas y ellos lo solucionan todo”. Esos hooligans, malnacidos en una época en la que jugar con un aparato electrónico en vez de al fútbol o al pilla-pilla es lo más normal, no tienen ni idea de lo que pueden ocasionar con una amenaza en la red, especialmente a ellos mismos.
Desde ese día, debo decirte que en mi vida en internet soy mucho más feliz, miro mi foto en algún perfil de blogger, lindedin o wordpress y veo a su lado mi nombre, material perteneciente a una persona, mi currículum, y no a un nombre sin carne ni huesos. El comportamiento de los individuos en internet debería ser más honrado, sin escudarnos bajo nombres falsos ni autores ni lectores/comentaristas.
Un día, dije basta. ¿Por qué esconderme de nadie? Entendí que estar metido detrás de un nick, sin decir mi verdadero nombre era una afrenta a las palabras que encadenaba en mis escritos formulaunísticos. Estaba muy orgulloso de lo que escribía, de mi nombre, no tenía miedo, entonces ¿por qué ocultarse tras una barrera que impedía una comunicación honesta con mis lectores? “Sí, soy Martín Caño, no tengo nada que ocultar, ven a verme y charlamos, y si te pones un poco agresivo, una llamada a delitos informáticos de la Guardia Civil por injurias o amenazas y ellos lo solucionan todo”. Esos hooligans, malnacidos en una época en la que jugar con un aparato electrónico en vez de al fútbol o al pilla-pilla es lo más normal, no tienen ni idea de lo que pueden ocasionar con una amenaza en la red, especialmente a ellos mismos.
Desde ese día, debo decirte que en mi vida en internet soy mucho más feliz, miro mi foto en algún perfil de blogger, lindedin o wordpress y veo a su lado mi nombre, material perteneciente a una persona, mi currículum, y no a un nombre sin carne ni huesos. El comportamiento de los individuos en internet debería ser más honrado, sin escudarnos bajo nombres falsos ni autores ni lectores/comentaristas.
¿No te da un poco de pena y desazón esta postura tan española de poner una raya, de seguir una bandera, de ser de un púlpito, sin razonar nada? Tengo que decirte que esta forma de enfrentarse a la diferencia, negándole el pan, la sal y cualquier posibilidad de vida me tiene muy cabreado y hastiado, y no hablo solo de los políticos, sino también del ambiente de la F1 española.
Completamente de acuerdo. El tema de las banderas ya sabes que es algo que siempre me ha enojado muchísimo, pues cuando hablas con la mayoría de la gente sobre F1, les pregunto que por qué son fans de Alonso, y después de decirme que es el mejor piloto y yo razonarles otra cosa, me saltan a la yugular diciendo que porque es español… gente que de seguro no serían capaces de poner una bandera de España en su balcón, como yo he hecho, gente que el patriotismo lo tienen donde uno se rasca cuando no lo ve nadie. Estamos hablando de méritos deportivos, de diversión, en definitiva, y para divertirse no hace falta saber dónde ha nacido el individuo que va en determinado coche, es algo superfluo, no debería interesar tanto.
La gente se aborrega detrás de el paisanismo casposo, pero ¿qué somos en esta sociedad sino borreguillos, cochinitos, huchas que esperan el martillazo inmisericorde para ofrecer al mundo lo mejor de nuestras entrañas adineradas? Así nos han hecho y peor nos irá porque en la actualidad están tratando de que no tengamos demasiado conocimiento de nada para no poner en entredicho el adoctrinamiento reinante. No se debería tocar la educación, pero ya sabes, un pueblo inculto es altamente manipulable, y si además es latino, peor.
La gente se aborrega detrás de el paisanismo casposo, pero ¿qué somos en esta sociedad sino borreguillos, cochinitos, huchas que esperan el martillazo inmisericorde para ofrecer al mundo lo mejor de nuestras entrañas adineradas? Así nos han hecho y peor nos irá porque en la actualidad están tratando de que no tengamos demasiado conocimiento de nada para no poner en entredicho el adoctrinamiento reinante. No se debería tocar la educación, pero ya sabes, un pueblo inculto es altamente manipulable, y si además es latino, peor.
Siguiendo en el pasado, y casi como reproche ¿qué ocurrió interiormente para que abandonases tu obra, Zeptem?
Acepto ese reproche porque soy consciente de que hice cosas mal. Sé que Zeptem fue un lugar que aportaba aire fresco a la siempre podrida mansedumbre bloguera de la F1. Creo que de los mejores tiempos de mi vida en la red los pasé en esa época en la que siete personas escribíamos un artículo un día a la semana, diferente como las personalidades de los que lo escribían. Lo recuerdo con cariño y algo de nostalgia. La vida da muchas vueltas.
Cerré Zeptem porque traté de ofrecer en el portal un compendio de información relativa a la mayoría de las disciplinas automovilísticas, pero ya se sabe, no poder pagar ni un céntimo a los colaboradores termina con la dejación de éstos de sus funciones, debiendo uno estar siempre al pie del cañón, arreando a la gente (llegué a tener hasta 20 colaboradores) para que trabajase su sector de noticias. Eso cansa, desgasta mucho. Como me dijiste en su día, llegué a padecer una crisis de liderato, cansado de alentar a la gente y con la vista en el futuro cada día más nublada. Ese Zeptem a mí ya no me aportaba más que dolores de cabeza y decidí echar el cierre. Grandes colaboradores, entre ellos tú, quedaron en el camino, sin comprender algunos las razones, pero en privado las expuse a cada uno de ellos. El creador de un portal de ese calibre tiene una responsabilidad evidente con sus colaboradores, a mí me fallaron muchos colaboradores, pero también yo les fallé a ellos.
Cerré Zeptem porque traté de ofrecer en el portal un compendio de información relativa a la mayoría de las disciplinas automovilísticas, pero ya se sabe, no poder pagar ni un céntimo a los colaboradores termina con la dejación de éstos de sus funciones, debiendo uno estar siempre al pie del cañón, arreando a la gente (llegué a tener hasta 20 colaboradores) para que trabajase su sector de noticias. Eso cansa, desgasta mucho. Como me dijiste en su día, llegué a padecer una crisis de liderato, cansado de alentar a la gente y con la vista en el futuro cada día más nublada. Ese Zeptem a mí ya no me aportaba más que dolores de cabeza y decidí echar el cierre. Grandes colaboradores, entre ellos tú, quedaron en el camino, sin comprender algunos las razones, pero en privado las expuse a cada uno de ellos. El creador de un portal de ese calibre tiene una responsabilidad evidente con sus colaboradores, a mí me fallaron muchos colaboradores, pero también yo les fallé a ellos.
Hay que señalar que de aquella época lo más reseñable eran los rapapolvos que mandabas a Alonso & Cía ¿Sigues tan crítico con él y su entorno o ha mejorado tu valoración?
En absoluto he variado en ese sentido. Lo de Fernando Alonso en este país es de chufla, y no me canso de pelear con los que dicen lo contrario, verdaderos “borriquitos” con arneses que no les dejan ver a los lados. Confieso que fui seguidor de Fernando Alonso en sus comienzos, hasta cuando ganó los dos campeonatos, pero me indignó su actuación en McLaren, dando palos de ciego y no aceptando el papel que Ron Dennis le ordenó en el equipo, es decir, de segundo piloto ¡qué huevos! dijeron muchos.
Más tarde vimos como su compañero de equipo, Felipe Massa, no le permitía adelantar en Alemania y el gallo español se quejaba públicamente en la radio del equipo “Esto es ridículo”, dando paso pocos instantes después al tristemente célebre comunicado del ingeniero de pista de Massa a su piloto: “Fernando is faster than you”, dejando el brasileño en el acto paso libre para que Alonso pudiese correr sin obstáculos. ¿Por qué digo esto? Porque estamos ante un tipo de una mala calaña, de los que no aceptan las órdenes que se les dan cuando les perjudican y exigen sin recato que a otro piloto sí le den una orden y deba cumplirla, aunque sea contraria a ese mismo piloto… siempre que le favorezca a él mismo ¡valiente deportista está hecho!
Además (y permíteme que siga en lo mismo), Alonso es un piloto que ha cometido múltiples errores fuera de la pista, errando una y otra vez en la elección de equipo. Honda le ofreció el coche más caro de la historia y lo rechazó, regresó a Renault porque sabía que le soltarían sin objeción cuando quisiese irse a Ferrari, desoyendo ofertas de muchos equipos, algunos grandes, como Red Bull. Si este hombre no fuese un inculto en lo que concierne a la historia de la F1, tendría ahora cinco o seis campeonatos, pero se empeñó en dejar reposar su cuerpo en el asiento del Ferrari, como si fuese sinónimo de triunfo asegurado, cuando lo único que aseguran en Maranello es estar peleando, pero rara vez la excelencia.
La diferencia entre los días pasados de Alonso y los actuales es que antes los equipos le querían, luchaban por él, y ahora le quieren igualmente, pero nadie lucha ya por el asturiano. ¡Se le está empezando a pasar el arroz!
Más tarde vimos como su compañero de equipo, Felipe Massa, no le permitía adelantar en Alemania y el gallo español se quejaba públicamente en la radio del equipo “Esto es ridículo”, dando paso pocos instantes después al tristemente célebre comunicado del ingeniero de pista de Massa a su piloto: “Fernando is faster than you”, dejando el brasileño en el acto paso libre para que Alonso pudiese correr sin obstáculos. ¿Por qué digo esto? Porque estamos ante un tipo de una mala calaña, de los que no aceptan las órdenes que se les dan cuando les perjudican y exigen sin recato que a otro piloto sí le den una orden y deba cumplirla, aunque sea contraria a ese mismo piloto… siempre que le favorezca a él mismo ¡valiente deportista está hecho!
Además (y permíteme que siga en lo mismo), Alonso es un piloto que ha cometido múltiples errores fuera de la pista, errando una y otra vez en la elección de equipo. Honda le ofreció el coche más caro de la historia y lo rechazó, regresó a Renault porque sabía que le soltarían sin objeción cuando quisiese irse a Ferrari, desoyendo ofertas de muchos equipos, algunos grandes, como Red Bull. Si este hombre no fuese un inculto en lo que concierne a la historia de la F1, tendría ahora cinco o seis campeonatos, pero se empeñó en dejar reposar su cuerpo en el asiento del Ferrari, como si fuese sinónimo de triunfo asegurado, cuando lo único que aseguran en Maranello es estar peleando, pero rara vez la excelencia.
La diferencia entre los días pasados de Alonso y los actuales es que antes los equipos le querían, luchaban por él, y ahora le quieren igualmente, pero nadie lucha ya por el asturiano. ¡Se le está empezando a pasar el arroz!
Lo dejamos por hoy, y seguimos la semana que viene.