Estimados todas/os/es
Ya en alguna entrada de la temporada 2010 intenté medir, eso tan difícil que es, el miedo que sufre un piloto cuando se ve con la opción de ganar. En aquel momento, hice unas bonitas gráficas sobre distintos pilotos y años en las que sufrían la presión, para intuir cual era la tendencia natural de ellos, si es que la había. Mí consejo docente es que abran esa entrada antigua (pinchando aquí), para comparar los resultados de los distintos años y seguir mejor los enrevesados vericuetos de mis neuronas, a la hora de razonar sobre esas tontás que son el pánico escénico.
Ya lo sé, no hace falta que me lo digan, hacer leer o ver tan siquiera una entrada antigua es la mejor forma para que nadie te lea. Lo sé, hacer trabajar al lector es la mejor forma de perderlo pero ¿Quién coño dijo que ser aficionado de F1 era fácil? Si quieren ser aficionados de un deporte fácil ahí tienen el fútbol. No necesitan nada ni nadie para ser profesionales del mismo. Es más si quieren ser de la F1 pero sin trabajar nada (modelo ideal del universitario español) lo que tienen que hacer es abrazar una bandera, la que quieran (alonsita, anti-alonsita, hamiltoniana, etc.) y buscar el periódico o blog que le cuente todas las historias digeridas y de forma que encajen en su estructura mental reducida. De esta forma Alonso será el mejor piloto del mundo y parte del extranjero o será un ente demoniaco confabulado con los poderes ocultos para hundir a cualquiera. Y se perderán la realidad de que Alonso es un buen piloto, como otros, con buenos días, malos días y horribles días. Que a veces acierta y otras la caga, y que solamente cuando sus ingenieros le dan un coche decente él es campeón del mundo ¡Como todos los demás!
Antes de empezar a desgranar los resultados, les recordaré la metodología. Lo primero es hacer la media de puntos por carrera de la sesión de un piloto, y luego hallar la diferencia con ella en cada carrera concreta. Un resultado errático sería aquel en el que tras una carrera en positivo se pasa a una en negativo, y así sucesivamente. Un piloto con pánico escénico mostraría una acumulación de desviaciones negativas entorno al momento decisivo de la temporada. Mientras que uno que tenga una moral hercúlea o del alcoyano, mostrará muchos resultados positivos en esos momentos.
Bueno, pues empecemos por el caso de Sr. Button. A partir de la carrera decima (o lo que es lo mismo Silverstone) comienza a pensar que puede ganar con McLaren y sus resultados se vienen abajo de forma drástica, la presión de verse capeón le puede. Pero es que este comportamiento ya lo vimos en la temporada 2009 (ahora es el momento ideal para echarle un ojo a la última gráfica de la entrada citada), cuando se proclamó campeón. El pobre es un genio en situaciones de poco estrés, pero no lo pongas enfrente de la realidad acuciante por que se viene abajo.
Algo similar le pasa al Sr. Hamilton, el rey del adelantamiento (o quizás no tanto, pero ya lo dice el refranero español, cría fama y échate a dormir). En la temporada 2007 sufrió de pánico y en la 2008 tampoco fue un techado de valentía al final de temporada (sí, no lo pienses, ahora es el momento de echarle otro ojo a las gráficas tercera y cuarta). Y en el cuarto final de esta temporada sus resultados demuestran que sus nervios no son de acero.
El Sr. Alonso vuelve a ser el que muestra unos nervios de acero increíbles. Lo siento por los lectores (¡Sin género que no quiero problemas!) anti-alonsistas, en las últimas seis carreras sus resultados siempre están por encima de la media, salvo la última en la que perdió el campeonato (¿O no?). Y otra vez, este es un comportamiento típico de este piloto, que ya lo mostró en 2005 y 2006. Los resultados de 2007 fueron totalmente erráticos (vean las gráficas primera a tercera de la entrada antigua).
El Sr. Webber es la primera vez que se ve sometido a la tensión de ser campeón; y no está muy clara su tendencia, ya que en las seis últimas carreras muestra tres positivas y tres negativas. Esta distribución corresponde con un comportamiento errático en la que no se puede decir si la presión le motiva tipo Alonso o le deprime tipo Button. Habrá que esperar al año que viene para poder clasificarlo. Aunque me parece que a este piloto no lo vamos a ver en estas situaciones muchas veces más.
Y el último es el Sr. Vettel, el campeón más joven, etc., etc., (pongan ustedes los epítetos que quieran). En el año 2009 ya demostró que la presión de ganar al final de un campeonato no la sentía (Yes, you can! go to the older post). Y en este año tampoco la ha mostrado. Es verdad que lo tuvo siempre todo casi perdido, pero por eso mismo, y teniendo en cuenta que todos eran conscientes que con el mejor coche un mal resultado era una pésima tarjeta de presentación, considero que supo digerir muy bien esa situación.
Resumiendo, este año ha vuelto a mostrar el carácter de ciertos pilotos. Por un lado tenemos a Alonso y Vettel, que cuando están contra las cuerdas y se juegan el campeonato son los mejores sin lugar a dudas. Y por otro lado están Button y, en menor medida, Hamilton, que siempre tienen dudas cuando se acerca el momento de la verdad.
¡Feliz Navidad!