Primo de Anónimo

miércoles, 31 de agosto de 2011

No lo necesita


Debería comenzar pidiéndoles disculpas. 

El contrato moral que tenía con ustedes implicaba que yo iba a publicar una entrada todos los lunes sobre el medio día. Y ustedes la leerían cuando buenamente pudieran, y alguno de los lectores dejaría la limosna del comentario. Y esta semana me lo he saltado. He roto el contrato.

La razón estriba en mi pensamiento idílico que anticipaba que podría escribir una entrada sobre Spa desde mi lugar de vacaciones (¡Siempre he sido muy cándido!). He de señalar que las entradas correspondientes a las semanas sin GP (hasta el 19 de septiembre) ya estaban programadas desde junio y solo han recibido ciertos retoques para ser publicadas, pero las correspondientes a las semanas de los GP están todas por escribir. Y esta semana, entre mezquindades, me he puesto a pensar si realmente debo seguir con ustedes.

Cuando di mi salto al mundo virtual era consciente que todas las maldades que había encortado, a lo largo de mi vida en el mundo real, las volvería a encontrar aquí. Solo la novedad me hizo minimizar estos daños colaterales. Eso, la fe del neófito y mi candidez supina me hicieron comenzar con mucho ánimo. Pero el tiempo va pasando y las mezquindades humanas van aflorando y sumando.

Ya me había ido acostumbrando a que me leyesen ustedes sin dejar ni siquiera una pequeña limosna en forma de comentario. Ya veía casi normal que en lugar de discutir conmigo de forma directa y franca, sobre lo que decía en mi blog, sufriese los ataques indirectos en otros blogs. Ya solo solía esperar el comentario para que se me indicase la entrada del blog amigo (¿?), que rebatía alguna de las mías. Ya me había acostumbrado a que mis seguidores me dejasen cuando yo me hacia seguidor de ellos, o que solo me comentasen cuando yo les había comentado previamente.

Creo, que frente a estas pequeñas mezquindades, he sido bastante honrado y sensato, y he seguido comentando en los disitintos blogs independientemente de las respuestas o comentarios obtenidos, creo que no he entrado en ninguna polémica visceral y, después de exponer mi opinión, siempre me he retirado sin subir el tono de la posible trifulca. Y eso que polemizar conmigo es muy sencillo, ya que no me gusta ningún piloto, mientras que al resto de bloggers mueren por los arrumacos de los descerebrados que se ponen delante de los volantes.

Pero en estos días de vacaciones, al estar en Babia, me han llegado ecos de colegas virtuales, jactándose de leerme todos los lunes pero no comentándome para que no tuviese mi blog una sensación de muchos seguidores. Y así en cualquier momento obviarme por insignificante.

La penúltima ha sido que incluso mi mentor inicial me ha sacado a la plaza pública para que sea objeto de mofa y escarnio por parte de todos sus seguidores.

Y esto es un verdadero salto cuántico en el cúmulo de mezquindades. Como personas cultas (¡Perdón! Se me olvido que las Ciencias no son cultura en España) deberían saber que cuando una molécula da un salto cuántico tiene varias formas de eliminar esa energía extra. La primera es re-emitirla como radicación, volviendo al estado energético fundamental. Los que me han leído deberían saber que no soy una persona conformista con la realidad, y no voy a dejar de dar acuse de recibo. No soy el votante descerebrado español que siempre da su aplauso al mismo partido.

La otra posibilidad que tiene una molécula de liberar la enérgica obtenida en un salto cuántico electrónico es transfórmala en energía cinética, movimiento Browniano o temperatura ¡Vamos! En energía sucia e inservible. Y mi carácter no me permite almacenar estas mezquindades para en un futuro sacarlas a pasear y tomar venganza. Por profesión solo intento adelantarme al futuro, olvidándome del pasado. No va con mi carácter el hacer una nueva re-lectura del pasado para tomar ventaja en el presente.

Y la última posibilidad que tiene una molécula en un estado electrónico excitado es usar esa energía para romper ciertos enlaces y dar lugar a nuevas estructuras …

Cordiales saludos a todos

lunes, 22 de agosto de 2011

Schumacher, der Getreue

Estimados todas/os/es
Los métodos de producción material han tenido históricamente grandes influencias sobre la escala de valores de cada individuo, y por lo tanto consecuencias sociales. Inexistentes son, prácticamente, los estudios sobre el impacto de la Química Orgánica en nuestros valores como sociedad, pero esta relación existe. 

A modo de ejemplo citaré la síntesis de la 19-noretisterona, preparada por el doctorando mejicano Luis E. Miramontes, bajo la dirección del catedrático Dr. Carl Djerassi que actualmente ha dejado esa faceta por la de dramaturgo. Off the record, uno de los candidatos a primer ministro de España también ha dejado la Química Orgánica, por otras atribuciones menos importantes para la sociedad ¿Será contagioso? En 1951, los anteriormente citados, prepararon el primer anticonceptivo oral femenino en Syntex. La introducción de este compuesto orgánico en la sociedad tuvo consecuencias dramáticas sobre las relaciones humanas. Muchas de ellas fueron extremadamente beneficiosas, de las que no hablaré en esta entrada. Pero algunas otras, son, a mi juicio, algo peores.

La liberación de la mujer de su papel exclusivamente biológico, por parte de la Química Orgánica, ha hecho, en primer lugar, que sus techos sociales hayan desaparecido pudiendo ser desde Catedráticas de Universidad, a pilotos de coches, incluso a diseñarlos, no teniendo más techo que aquel que ellas se autoimponen o que se dejan autoimponer. Otra consecuencia, menos liberadora, es que las empresas se han dado cuenta de que la unidad de consumo familiar clásica es un estorbo para aumentar sus ventas, siendo más interesante para sus aspiraciones de aumento de ingresos la existencia de unidades únicas de adquisición. Por eso, a veces de forma consciente, a veces de forma no deseada, desde el mundo laboral y publicitario se fomenta la individualidad y la infidelidad. Esto ha hecho que cada nueva generación de occidentales sea un poco más hedonista, más infantil y menos dada a soportar cualquier tipo mínimo de contrariedad ¡Ojo! No se me interprete esto como que estoy en contra del divorcio, ni de las nuevas formas de familia, sino que esta constante pueril infidelidad está teniendo unas graves consecuencias para las aspiraciones y logros máximos de todos nosotros, ya que nos roba tiempo, energía y facultades, como poco, que podríamos utilizar en otros ámbitos de nuestra vida, más beneficiosos para el conjunto de la sociedad, y para nosotros mismos.

La Formula Uno es, en ese aspecto, muy infiel ya que es contemporánea de esta liberación. La fidelidad, o conexión leal y duradera con otra persona, es prácticamente inexistente. Como ejemplo podemos ojear la historia del campeón español, que es la prototipo de cualquier piloto de F1. Después de unos inicios aterradores en Minardi pasó al equipo Toleman (en aquel momento llamado Renault) y a su alrededor se creó un equipo de ingenieros capaces de hacer un equipo ganador, sin tener los presupuestos inmensos que gastaban (y siguen gastando) las vacas sagradas e intocables de McLaren y Ferrari. Este conjunto presagiaba el reinado del español en la F1. Sin embargo, las dudas del Sr. Ghosn, y los intereses económicos de Mr. Ecclestone, favorecieron el transito del piloto español a la todopoderosa McLaren. En su tránsito al equipo inglés dejó atrás a todos sus fieles ingenieros en la tetera amarilla, y mi sentimiento es que esa fue su peor decisión. Allí, entre los dioses de McLaren, no tuvo a nadie que le fuese fiel y le protegiese. Por lo que él, directamente, tuvo que luchar por su propia posición en el equipo ¡Qué diferente hubiese sido 2007, si Alonso hubiese impuesto en su contrato la transferencia de ingenieros desde Renault a McLaren! Ahora ya tendría más de dos ases en su casco. Pero se equivocó totalmente, al ser infiel a sus gentes. Después de ese error de bulto, volvió a Renault, pero el estado de descomposición ya había avanzado en demasía, por lo que volvió a dar el salto a otro pedestal. En este último caso, a su actual casa roja. Y volvió a cometer el mismo error de ir con una mano delante y otra detrás. Sin embargo, aquí tuvo la suerte de que su compañero no le apretase, dándole tiempo y cancha para interaccionar amablemente con sus ingenieros. Recientemente ha ampliado su contrato hasta el año 2017 sin volver a imponer condiciones de personal cualificado que podrían ser beneficiosas para él, o al menos no han trascendido. Esto ha hecho que algún que otro piloto se desmarcase de esta postura y mostrase su querencia por buscar un buen coche, antes que una buena escudería. Y en esta estructura mental deberán de incluirse los rumores constantes que rodearán a Hamilton tanto con Ferrari como con RedBull.

Una de las rarísimas excepciones, a este comportamiento infiel, es la de Michael Schumacher. Sobre la relación privilegiada entre Williams y Head ya escribiremos en otro momento.

Cuando en septiembre de 1991 un desconocido piloto de Kerpen, al que le gustaba robar las novias a sus amigos pilotos, apareció en el equipo Toleman (¡Bueno! En aquel momento le llamaban Benetton-Ford y hoy su nombre es Lotus Renault GP, pero para mí siguen siendo la escudería de los hermanos Ted y Bob), nadie era capaz de pensar que ese chico acabaría siendo el piloto más laureado de la historia de la F1 e idolo planetario.

Él era la guinda a un equipo campeón, como se demostró en los años 1994 y 1995. Cuando Ferrari comenzó el espolio de la pequeña Toleman, aunque no sabemos muy bien la intrahistoria sí podemos afirmar que los unos fueron llamando a los otros, y no hablamos solo de Schumacher, Byrne o Brawn, sino también de todo un conjunto de ingenieros que suelen mantenerse en el anonimato, construyendo un equipo mítico. Todos esos logros fueron obtenidos gracias, en primer lugar, a ellos mismos y, en segundo, a que los intereses económicos del sr. Ecclestone coincidieron con los deportivos del equipo rojo.

Una vez que Byrne anunció su retirada activa de la F1, el conjunto de gentes fieles, los unos a los otros, se fueron apagando poco a poco en el calor rojo italiano. A pesar de todas las dificultades, la vuelta de Brawn en Honda hizo que sobre él se volviese a reconstruir el equipo humano de mediados de los noventa en Toleman, salvo las excepciones que los contratos impusieron. Por eso cuando en el año 2009 se rumorea sobre la vuelta de Schumacher a la F1 de rojo, esté no lo hizo con Ferrari sino con su equipo humano, al que él es fiel. En este equipo las relaciones parecen fluidas, cordiales y sinceras lo que hace que se puedan centrar en lo que realmente es importante: Ganar. Aunque eso parece lejano en la actual escuderia y teniendo un compañero tan competitivo.

Este hecho fundamental transformó a un piloto bueno, en muchos índices está bien posicionado pero en ninguno es el mejor (salvo en el de la longevidad), en el piloto con más campeonatos del mundo. En esto es en lo que se debieran de fijar todos. En la fidelidad a sus ingenieros es en lo que Schumacher es el mejor, sin ningún tipo de dudas. Y solo Vettel parece querer unir contractualmente su futuro a un conjunto de ingenieros buenos.

¿Se imaginan a que equipo volvería el gran Byrne si hubiese lugar? 

La fidelidad, bien entendida, siempre es un plus, aunque sea en otras áreas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Vedettes

Estimados todas/os/es

La vedette (bombshell para los angloparlantes) es la estrella de un espectáculo de baile muy peculiar, donde lo más importante no es la danza como en el ballet, o como en la comedia musical, que son géneros grandes dentro del arte. En ese evento, lo importante suele ser la cantidad de carne que muestra la susodicha artista, siempre camuflada con muchas plumas y lentejuelas. Porque ni siquiera, en eso de enseñar la anatomía humana, se atreven a hacerlo en buena forma como lo ha hecho Jenna Marie Massoli. La palabra tiene su origen próximo en el idioma francés, y hace referencia a un término militar de espionaje, que a su vez lo incorporó de la palabra latina videre (ver). Y eso es lo único que saben hacer estas señoritas, dejarse ver … pero no mucho.

Históricamente, y en España, las vedettes siempre han estado asociadas a un viejo ricachón que les pagaba todos sus caprichos y les permitía ser unas excéntricas, descerebradas, malcriadas, insolidarias e ignorantes señoritas, que tenían que comerse el mundo en esos pocos instantes en los que uno transita por el cenit de la atracción sexual. Parte de ese comportamiento, y las declaraciones que llevaban asociadas, tiene que ver con la permisividad que obtenían de sus acompañantes. Estos proyectaban psicológicamente los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultaban inaceptables de la relación a sus enemigos, mientras que todos los aspectos positivos se los asignaban a la vedette, con lo que está siempre estaba en una posición superior de poder, además de sobrevalorada.

Pues esa es la posición en la que nos encontramos. La afición  como señor que despilfarra su dinero y los pilotos de Fórmula Uno como vedettes caprichosas. Les permitimos comportamientos extremadamente egoístas y hedonistas que les llevan a situaciones y declaraciones, como poco, indecentes. Y no voy a traer a colación los viejos comportamientos machito-boxeador de Piquet en el GP de Alemania-1982 contra el pobre Eliseo Salazar, ni sus declaraciones sobre la belleza de la señora Mansell. Tampoco quiero poner como ejemplo a Senna y sus constantes comparaciones con dios y su misión especial, ni menos a Lauda, con sus declaraciones insultantes y agresivas contra todos y desde que lo reconozco ... hasta mañana que nos regalará con otra perla de su educación. No, no quiero mirar al pasado, sino que nos fijamos en las actuales actitudes de nuestros pilotos.

Empecemos por el chico más odiado, en estos momentos, por la afición española. Vettel, aparte de los exabruptos que suelta cuando no consigue los resultados que él cree que merece, es uno de los pilotos más irracional de la parrilla, con manías tan peculiares y enervantes que podrían impedirle hacer las cosas que debería llevar acabo en función de estupideces como la presencia de un gato negro, etc. El darle nombre femeninos a sus coches no es más que la expresión graciosa de ese hecho.


Sobre Alonso, bautizado por sus detractores como bocachancla, y sus declaraciones auto-exculpatorias sin fin o su comportamiento, ciertamente hostil, frente a los periodistas no afines, no voy a decir nada porque hasta la prensa generalista ya nos ilumina continuamente y en exceso sobre estos aferes.

Otro que cada declaración suya puede (y suele) acabar en polémica es Hamilton. Su tendencia a menospreciar a cualquiera del paddock es ya prodigiosa. Y aquí podemos incluir a otros pilotos, señores con más o menos cantidad de melanina, incluso pequeños equipos como HRT pueden ser objeto de mofa y escarnio por su parte.

El señor mayor tiene una lista de declaraciones polémicas comparable a la de Lauda, así como un historial de matonismo comparable al de Capone. Pero de él recordaré su desprecio supino por todos sus compañeros y lo agresivo anti-deportivo que fue siempre, y no solo con el pobre de Barrichello.

Pero la estupidez y el vedetismo no es solo cuestión de los mejores pilotos, sino que otros con niveles inferiores en pilotaje pueden estar en este aspecto al nivel de los mejores. Como es el caso del ahora super-santo y modelo de yerno perfecto que es, hoy día, el señor Button. Pero fue él quien desprecio a todas las mujeres como posibles pilotos de F1. Sus razones eran tan super-científicas como que la existencia de la menstruación les impedía acelerar, o que el tamaño de las dos protuberancias que tienen en la parte superior del tronco haría que no estuviesen confortablemente alojadas dentro del cockpit (o fosa del pollo), por no decir que la presencia de ellas en los boxes distraería a los mecánicos e ingenieros (¡De las atracciones homosexuales no hablamos!).

Incluso pilotos tan conocidísimos como Sutil, han dado muestras de su sutileza y su vedetismo. Una noche de copas en la zona vip de la discoteca M1NT Club acabó con el susodicho recipiente clavado en el cuello del señor Lux del equipo Renault, y necesitando veinticuatro puntos (¡Casi una victoria de GP!) de sutura. Eso sí, la vedette pilotera aseguró que él no tenía nada que ver y que fue un accidente.

¿No deberíamos de ser más exigentes con el comportamiento y declaraciones de estas vedettes tan bien pagadas?

lunes, 8 de agosto de 2011

En busca de un asiento mejor

Estimados todas/os/es

Hace un par de semanas estuvimos perorando sobre ciertos cambios que se podían dar en los equipos Ferrari y Red Bull de cara a la próxima temporada. Y si pensamos que quedan libres dos asientos en escuderías muy golosas, deberíamos asignarles algún candidato ¿No?

El candidato ideal para subir en el escalafón es, sin lugar a dudas, Robert Józef Kubica. Sin embargo, su accidente fuera de la F1 le va a traer muchas consecuencias negativas. Una de ellas es que ninguna escudería se va a fiar de su estado físico hasta que no corra durante una temporada completa, por lo que su salto hacia otro asiento parece algo más que difícil.

Candidatos para esos dos asientos hay muchos, pero en mi inmodesta opinión (voz de la conciencia: si fuese modesta no la expondría ¡Basta ya de mentiras!) hay dos que tienen alguna opción más que el resto. Como en la vieja entrada sobre los méritos de Alonso, compararé numéricamente a estos dos pilotos con sus compañeros en las distintas escuderías. Si suponemos que ambos pilotos de una escudería tienen las mismas maquinas, y que los errores mecánicos se compensan a lo largo del tiempo, podemos decir que la diferencia de posiciones en una carrera es solo debida a la calidad del piloto. La resta entre las posiciones de ambos compañeros, en cada gran premio, nos dará dos valores, por un lado quien ha vencido al otro (valor positivo indica que mi candidato es el ganador). El dato de 50% de victorias indicaría que son iguales de buenos ambos compañeros, por encima de este número indica que el candidato es algo mejor, y por debajo que es algo peor (Gráfica primera). En segundo lugar tendremos el número de puestos entre ellos, que si lo dividimos por el número de GP disputados nos dará el promedio de puestos que obtiene el candidato por encima (positivo) o por debajo (negativo) de su compañero en esa temporada (Gráfica segunda).

El primer candidato que voy a analizar es Button. No se fíen de lo que dice la prensa sobre su contrato con McLaren o con cualquiera otra escudería, este señor tiene la habilidad innata de firmar dos contratos simultáneamente con dos escuderías para la misma temporada ¿Recuerda los golpes bajos entre Frank Williams y David Richards en el verano-otoño del 2004? ¿Y cómo al final se quedo en Bar-Honda, previa movida de la FIA? Pues ya saben que en cuestión de dinero y contratos, estamos ante otro piloto que no conoce a nadie.

En el año 2000, Jenson Alexander Lyons Button comenzó su andadura por la F1 de la mano de mi escudería favorita, Williams, teniendo de compañero al hermanísimo (Ralf Schumacher) que le endosó un lamentable porcentaje de victorias (29% Gráfica primera, primera entrada). El número total de posiciones que obtuvo el alemán sobre el inglés también fue abultado (28), lo que hace un promedio por carrera de 1.6 posiciones por debajo Button de su compañero (Gráfica segunda, primera entrada).

La anterior lamentable temporada hizo que el sabio de Williams cediese al piloto a la escudería, en aquel momento llamada, Benetton en la que tuvo de compañero al italiano Giancarlo Fisichella, que tampoco se apiado del inglés, que tan solo pudo obtener un pobre 35% de victorias (Gráfica primera) y un promedio de 0.5 posiciones por debajo del italiano (Gráfica segunda). En el año 2002, la escudería cambio otra vez de nombre a Renault y el inglés permaneció en ella, siendo esta vez compañero de otro italiano (Jarno Trulli) que también le ganó, aunque por menos diferencia que en los años anteriores (47% de victorias y 0.3 posiciones mejor de promedio).

© PdA
Todos estos mediocres resultados no le impidieron cambiar a la escudería BAR-Honda, teniendo de compañero al indigno hijo de Villenueve en las primeras quince carreras y al japonés Takuma Sato en la última. Frente a estos pobres rivales sí que demostró ser superior (62% de victorias y 2 posiciones mejor de promedio). Al igual que hizo en la temporada 2004 frente a Sato en la misma escudería (83% de victorias y 4.7 posiciones mejor de promedio). En el año 2005, después de firmar chorrocientos contratos (¡Salvo con HRT! Pero porque no existía), corrió en la misma escudería, frente al mismo japonés (salvo en la segunda carrera que se enfrento a otro ilustre desconocido, Anthony Davidson). Y después de ser descalificados todos, por pesar sus quilos solo 700 gramos, no les dejó a sus compañeros quedar por encima de él en ninguna carrera de las que corrieron (¡Atención! En la Gráfica primera aparece un 79% de victorias porque las que no corrieron le he asignado el valor de cero a la diferencia de posiciones).

En la campaña de 2006, le cambiaron al compañero, siendo el brasileño Rubens Barrichello el encargado de poner en aprieto al inglés. Pero como era de esperar, un segundón durante muchos años no cambia fácilmente y el inglés le vapuleó (61% de victorias y 1.3 posiciones mejor de promedio). Al año siguiente, el diseño del coche fue algo más que pésimo y eso permitió al inglés inhibirse (¡Para que voy a trabajar duro, si solo puedo ganar a mi compañero!) perdiendo frente al brasileño (39% de victorias y 0.1 posiciones peor de promedio). El Honda de 2008, incluso fue peor. Pero, quizás, la presencia de Brawn le motivo, demostrando que era mejor que el brasileño (61% de victorias y 0.4 posiciones mejor de promedio). En el año 2009 la escudería cambia de nombre a Brawn GP y consigue cierta ventaja frente al resto de equipos, al saber leer el reglamento Brawn de forma más inteligente. En el año de su proclamación como campeón del mundo también le regaló a Barrichello una buena tanda de resultados negativos (71% de victorias y 1.0 posiciones mejor de promedio).

© PdA
Estos últimos resultados parece que obnubilaron el raciocinio de Martin Whitmarsh que lo fichó para la escudería británica de McLaren. En la temporada 2010 su compañero fue el campeón más joven en aquel momento, Hamilton, que le devolvió a sus números de perdedor (37% de victorias y 1.5 posiciones peor de promedio que Hamilton). Y durante las ocho primeras carreras de este año los resultados siguen prácticamente igual, con un 37% de victorias y 2.6 posiciones de promedio por GP mejor que su compañero. Este último dato anómalo es debido a los abandonos de Hamilton, que supongo que a final de temporada seran compensados por los del propio Button.

Luego Button nunca ha ganado a compañeros de renombre, incluso perdiendo frente a segundones como Barrichello, por lo que sus aspiraciones a Ferrari me parecen fuera de lugar, incluso su permanencia en McLaren. Solo la suerte de 2009 y su novia podrían justificar su presencia mediática en la fórmula uno.

El otro piloto, que empieza a estar a disgusto en su escudería y que podría estar interesado en dar el salto, sería el germano-finés Eric Nicolas Rosberg. Empezó su andadura en la F1 en la temporada 2006, después de ser el primer producto de un invento llamado GP-2. En su primera temporada se tuvo que enfrentar, como pipiolo, a un experimentado Webber, que le demostró que la humildad era una buena cualidad, obteniendo (28% de victorias y 1.4 posiciones peor de promedio que su compañero). Probablemente, nunca estará suficientemente agradecido a Mark por haberle bajado cualquier tipo de humos de vedettes que pudiera albergar. Después de esta dolorosa derrota, al año siguiente tuvo como compañero/adversario al austriaco Alezander Wurz, en las primeras dieciséis carreras, y al impuesto japonés Kazuki Nakajima, mostrando un razonable resultado del 56% de victorias (Gráfica primera, entrada segunda), con siete posiciones como suma total de resultados, que implican un promedio de 0.4 por GP (Gráfica segunda, segunda entrada). En la temporada 2008 tuvo al japonés Nakajima como compañero, batiéndole sin paliativos (67% de victorias y 2.8 posiciones mejor de promedio). Al igual que ocurrió en su último año en Williams (76% de victorias y 4.8 posiciones mejor de promedio que Nakajima).

Los buenos resultados cosechados en la escudería británica, junto con el convencimiento de que Williams se estaba acercando al ocaso, le hizo saltar en la temporada 2010 a una recién bautizada escudería Mercedes. Allí se encontró, con el equipo técnico de Schumacher y al mismo piloto alemán que volvía para reverdecer sus laureles. Pero los hechos fueron tozudos y Rosberg consiguió mejores números que el hombre record, con un 74% de victorias y un promedio de 2.3 posiciones sobre el puro teutón. Este año los resultados paren un calco de los del año anterior, y sigue dándole un buen repaso a Schumacher (63% de victorias y 2.8 posiciones mejor de promedio).

Según estos números, el bueno de Rosberg se merece un asiento en un equipo grande y enfrentarse de tú a tú a uno de las tres vacas sagradas actuales de la F1 ¿Y no creen que las pondrá en aprieto?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Resumiendo hasta Hungría

Estimados todas/os/es

Ahora, que estoy de vacaciones, puedo dedicar un poco más de tiempo a la lectura de lo que se imprime en la aséptica e imparcial prensa española. Y he de reconocer que tengo una enfermedad neuronal muy grave, que me impide paladear la verdadera realidad de la F1.

Después del Gran Premio de Hungría, las palabras de autocomplacencia por parte de los pilotos e ingenieros rojos, y sobre todo de los periodistas, con el resultado obtenido en estas últimas carreras, me hacen plantearme si mi realidad no existe y si debería dedicarme exclusivamente a mis labores profesionales, dejando de lado esta afición insulsa de la F1.

Según nuestros doctos comentaristas, estamos a punto de ver el cambio en el liderato del campeonato, y todos confían en que, de aquí al final de temporada, acabe ganando Alonso-Ferrari. Y como mal menor, y si no hay más remedio, que sea Hamilton-McLaren ¡Quién les ha leído y quién les lee! ¿Pero Ferrari no era el más infame de todos los equipo en 2006? ¿No eran Hamilton y McLaren unos pérfidos redomados en 2007? Pero no nos agriemos el carácter por los volantazos de nuestros inteligentísimos periodistas y analicemos cómo va la cosa, sin adjetivos y con números.

A día de hoy, resulta que ese piloto con miedo y sin recursos para ganar, llamado Vettel, ha conseguido el 85% de los puntos posibles, y el segundo en la clasificación tan solo ha conseguido el 54%. Prácticamente el mismo porcentaje que los tres siguientes corredores. O lo que es lo mismo hay un piloto que esta consiguiendo de forma continua y constantemente muchos puntos; mientras que los siguientes cuatro están luchando entre ellos, eliminándose el uno al otro. Pero para darle algo de perspectiva a estos números, podríamos suponer que Webber (el segundo clasificado) sumase el 100% de los siguientes puntos posibles, o lo que es lo mismo 200 puntos. Eso obligaría a Vettel a conseguir 115 puntos (58% de puntos), en otras palabras, a estar siempre entre la tercera (15 puntos) y cuarta posición (12 puntos). Uno o dos coches más deberían, en esta hipótesis, interponerse constantemente entre el Red Bull de Webber y el Red Bull de Vettel. Pero inteligentes lectores, en los años que llevan juntos en la misma escudería, siempre ha conseguido mejores posiciones finales Vettel que Webber. Luego podemos descartar ya a Webber.

© PdA


El siguiente candidato es Hamilton, que ganando todas las carreras podría llegar hasta los 346 puntos, y entonces forzaría a Vettel a conseguir un promedio de 14 puntos por GP, o lo que es lo mismo estar siempre entre las posiciones tercera y cuarta (¡Como antes!). Otra vez necesitaríamos constantemente que dos coches estuviesen entre ambos ¿Button y Alonso? Pero alguien cree que esa milagrosa carambola se puede dar. No, es más plausible que tenga un percance el alemán, practicando cualquier deporte fuera de los circuitos, y que esta lesión le impidiese correr, que esa combinación. El resto de combinaciones son incluso más favorables al señor Vettel.

El campeonato de constructores está muy similar, con los Red Bull Racing alcanzando el 81% de los puntos posibles, seguido por McLaren con el 59% y Ferrari con el 45%. Si supusiésemos que, de aquí hasta el final, los dos pilotos británicos copasen las dos primeras plazas del campeonato podrían conseguir el campeonato, pero el bajar un peldaño haría que los RBR solamente estando en la tercera y cuarta posición revalidasen su titulo ¿Ven ustedes a McLaren haciendo ocho dobletes seguidos? ¡Yo, tampoco!

Ya oigo (o leo) a alguno de ustedes portando el mantra de que Ferrari está mejorando mucho en prestaciones y que va a arrasar en lo que queda de campeonato. Pues hasta eso es discutible ¡Con números, por supuesto!

Si suponemos que los tiempos de clasificación nos dan una idea de cuál es la diferencia real en rendimiento del coche, ya que no hay problemas de salidas, trompos, tuercas, sanciones, etc., el porcentaje de la diferencia en tiempos de la Q3 entre los primeros coches de ambas escuderías (en rojo) y de los segundos coches (en azul) deberían confluir a cero (los cuatro coches son iguales) en las once carreras disputadas, si existiese la mejora de Ferrari. O hacia números negativos, si Ferrari hubiese superado ya a Red Bull. Pero como podemos ver en la gráfica siguiente, el primer coche de RBR (bloques rojos) siempre ha sido superior al primero de Ferrari (Alonso, salvo en Hungría que fue Massa el primer Ferrari). Aunque es verdad que a partir de la destitución de Aldo Costa (24 de mayo, justo antes de la sexta carrera, Mónaco) esa diferencia comenzó a disminuir. La tendencia, no obstante, no es tan clara últimamente. Las diferencias porcentuales de los segundos clasificados (bloques azules) son más dispares, pero muestran la misma tendencia. Luego tampoco veo esa mejora importante que todo el mundo ve. Otra cosa distinta es que un piloto pase de ser cuarto a tercero, y parezca que ha conseguido un gran salto. O que puntualmente gane una carrera. La constancia que demuestran los números es implacable y dice que Vettel y RB son campeones, así como que la cacareada mejora de Ferrari, se puede apreciar pero, no es tan importante como debería serlo ¿No será que RB ha dejado de mejorar su coche y están casi totalmente volcados en el de 2012? Aunque esto último también será tachado de ventajismo de Adrian por parte de aquellos que han puesto en su diana a este ingeniero, porque gana a todos y encima no quiere ir a Maranello.

© PdA
Como dice nuestro querido amigo Karnaplosky, se debería vender más F1 y menos Alonso. De esta manera no habría que mentir, que exagerar, que buscar enemigos, e incluso que ofender a la inteligencia de uno, para mantener un número aceptable de aficionados.

Pero ya se sabe, la Cultura es lo primero que se recorta. Incluso en la F1.